Pinamar, en la costa de la provincia de Buenos Aires, dispone de dos dispositivos bautizados “Solmáforos”, que informan a los turistas el nivel de radiación UV en tiempo real, para que puedan tomar las precauciones necesarias a la hora de ir a la playa.
La exposición a la radiación ultravioleta de origen solar, que tiene valores extremos durante las horas centrales del día, puede causar daños significativos sin protección adecuada en un día de playa
Estos llamativos (pero muy útiles) instrumentos, instalados en la esquina de las Avenidas Bunge y Del Buen Orden, punto neurálgico de Pinamar, fueron desarrollados por expertos del CITEDEF (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa), dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación, el CONICET y la Dirección de Educación de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires y del Ejército Argentino.
El solmáforo es un instrumento de medición y visualización de la radiación UV eritémica, aquella que afecta principalmente a la piel de los seres humanos. El artefacto, que se alimenta de energía solar sin necesidad de electricidad, utiliza un sensor con la sensibilidad similar al de la piel humana, lo que permite visualizar el valor de la radiación por medio de luces de colores codificadas, según la escala internacional propuesta por la Organización Mundial de la Salud: verde, amarillo, naranja, rojo y violeta.
El índice UV sirve para informar a las personas acerca de la intensidad de los rayos ultravioletas del sol, que puede causar enfermedades de piel, de los ojos y del sistema inmune cuando es muy elevado
El color verde indica que el nivel de radiación es bajo y que se puede permanecer al sol, teniendo en cuenta que el reflejo de la arena incrementa los rayos UV, por lo que se recomienda usar protector solar y lentes.
El color amarillo alerta sobre un nivel de radiación moderado, ante el cual se deben tomar precauciones como cubrirse con sombrero, lentes, protector solar, y resguardarse en un lugar con sombra cerca del mediodía, cuando el sol es más fuerte. En tanto, el color rojo indica que el nivel de radiación es muy alto y que puede provocar quemaduras serias en la piel, por lo que se recomienda reducir el tiempo de exposición al sol, además de tener en cuenta las medidas anteriormente mencionadas.
Finalmente, el color violeta alerta sobre un nivel de radiación extremo, ante el cual se recomienda no exponerse al sol ni al aire libre, ya que el reflejo de la arena aumenta su intensidad y puede provocar lesiones graves en la piel en un lapso de tiempo menor, entre otras cosas.
De esta manera, la instalación de los solmáforos permite a los veraneantes y habitantes conocer los niveles de radiación UV y los riesgos que conlleva la exposición, con lo que cuentan con mayor información para una correcta comprensión de la situación y hacer un uso responsable del sol.