La ciudad de Cascais, en Portugal, es una típica ciudad de playa, con el jugoso agregado de estar, además, llena de historia.
Cascais se encuentra a pocos kilómetros al oeste de Lisboa y concentra varios atractivos turísticos: tiene origen en un pueblo de pescadores y cuenta con un agradable centro histórico; pero tiene también la influencia de las mansiones de veraneo. Además, cuenta con algunas playas y parajes naturales relevantes.
Lo primero que podemos hacer en Cascais es pasear por el centro de la ciudad. Su pequeño casco histórico no se diferencia mucho del de cualquier ciudad típica portuguesa, con sus calles peatonales adoquinadas con piedras de color blanco y negro. Es un pueblo turístico con abundante presencia de restaurantes y algunas tiendas de souvenirs, con calles tranquilas y agradables.
En el centro de la ciudad nos encontramos aún con los restos de lo que era el pueblo de pescadores. En la zona de Praia dos Pescadores, en pleno casco histórico, podemos ver algunos barcos de pesca. En esta playa podemos también bañarnos, aunque es demasiado pequeña y -si nuestro objetivo es disfrutar de un día de playa- quizá sería mejor que nos alejáramos un poco y fuéramos a la cercana Praia do Guincho, a pocos kilómetros de la ciudad.
Si tenemos la fortuna de estar en Cascais, vagar por las calles con una cámara en la mano, te permitirá descubrir un fascinante centro histórico, con grandes residencias del siglo 19 y parques inmaculados que se abren hacia el puerto de pesca.
Cascais, ciudad de veraneo
Además de esta historia de pueblo pesquero, Cascais se puso de moda como lugar de veraneo para la clase alta portuguesa a partir de finales del siglo XVIII, cuando la Familia Real portuguesa decidió escogerlo como lugar para pasar las vacaciones. Aparecen así, en el entorno del casco histórico, una serie de palacios y mansiones de veraneo valiosas desde el punto de vista arquitectónico.
Cascais cuenta también con un importante puerto deportivo, que la hace un puerto interesante para los aficionados a la navegación deportiva. En las proximidades, hay también buenas posibilidades para practicar deportes como el surf o el windsurfing y cuenta también con campos de golf.
Que Cascais es una ciudad turística se nota también en la presencia de pubs y discotecas destinados a los turistas extranjeros, especialmente británicos. No obstante, la presencia de este tipo de turistas no llega a ser agobiante como en otros puntos de Portugal.
Parques, zonas naturales y playas en Cascais
Cascais es una ciudad muy agradable para moverse por ella y sus alrededores. Cuenta con varias zonas ajardinadas y gustará especialmente a los aficionados a ir en bicicleta, ya que cuenta con varios kilómetros de bici senda que lleva varios kilómetros al oeste por la costa.
Precisamente, a un par de kilómetros al oeste de Cascais, por la costa encontramos la Boca do Inferno, unos pequeños acantilados y formaciones rocosas, con entrantes y salientes que permiten la entrada del agua a pequeños huecos formados en la zona de rocas. El nombre le viene del sonido que produce el mar golpeando con ellas.
Es un destino turístico típico, como podremos intuir al pasar por los vecinos puestos de venta de recuerdos. Se puede ir andando perfectamente desde el centro de Cascais.
Un poco más hacia el oeste nos encontramos con la playa de Guincho, una de las mejores playas en los alrededores de Lisboa. Está enclavada junto a un paisaje de dunas, con protección natural, y eso hace que el entorno esté sin urbanizar.
Es una playa excelente: enorme, de arena fina, no demasiado abarrotada de bañistas y con un agua de fantástica calidad. Es, también una delicia para los aficionados al surf, al windsurf y al kitesurf. Tiene sólo un problema: cuando el viento sopla fuerte puede ser demasiado molesto para bañarse, pero aun así merece la pena.
Para llegar a ella bastan cinco minutos en coche desde Cascais o un breve recorrido en autobús urbano.
Y, por supuesto, si queremos completar el recorrido de la costa y dirigirnos hacia el norte llegaremos hasta los acantilados del Cabo de Roca, el punto más occidental de la Europa Continental. Las vistas de la zona son impresionantes y, además, desde allí podremos continuar nuestra excursión por la zona hacia Sintra.
Cascais tiene mucho que ofrecer a los visitantes, a poco kilómetros de Lisboa, es tanto un destino para una escapada sencilla desde la capital portuguesa, o bien para descansar y pasar ahí una temporada prolongada.