Trasladarse al extranjero y empezar de nuevo en un país diferente, es una experiencia que da un poco de miedo, pero que es, sin duda, muy estimulante. Al vivir en el extranjero la vida cambiará, y no nos referimos solo al cambio de lugar de residencia o de latitas que abrimos para hacer una comida rápida.
Vivir en el extranjero
Cuando te trasladas al extranjero pasas a pertenecer a un grupo de gente distinta: tendrás dos direcciones, hablarás dos idiomas y llevarás dos tipos de moneda en la cartera y en la cabeza.
No vamos a decir que tendrás dos personalidades pero sí que siempre formarás parte de dos mundos, tu nuevo hogar y el antiguo.
David Sedaris: «puede que la vida fuese difícil durante un tiempo, pero aguantaría el tipo, porque vivir en un país extranjero es una de esas cosas que todo el mundo debería probar al menos una vez”
El hogar está donde está el corazón
Puede que los dos mundos se vayan desdibujando más y más con el tiempo, pero siempre tendrás un montón de cajas almacenadas en el sótano de un amigo o en casa de tus padres... Y habrá momentos en los que la nostalgia te inunde.
El mejor regalo: una caja con comida de casa
A pesar de que hoy en día se puede comprar en línea casi cualquier cosa, recibir una caja con comida de casa es mejor que cualquier otro regalo. Todo lo que haya en dicho paquete será un millón de veces más sabroso que otra comida que no haya viajado por todo el mundo.
Tendrás que elegir una estrategia para estos paquetes de provisiones: o lo devoras todo de una sola vez sin dejar rastro, o dominas el arte del racionamiento y haces trucos de magia con las fechas de caducidad, para que te dure tanto tiempo sea posible.
Te acostumbrarás a las despedidas
Aunque a casi nadie le gusta decir adiós las despedidas se hacen algo más fáciles con el tiempo. Puede que sea porque sabes que vas a tu "otro hogar" que tiene ese sofá con un olor familiar, o tal vez hayas encontrado una forma de desconectar todos tus órganos emocionales y siempre tengas presente que después de un adiós hay siempre un hola.
La verdadera amistad marcará la diferencia
Trasladarte lejos y poner distancia con la gente querida es duro. Verás enseguida quién se desvía de su camino para estar en contacto o quién usa sus días de vacaciones para hacer una visita. Habrá personas que se distancien, otras se acercarán.
Las dificultades cotidianas te acompañarán
Vivir a la orilla del mar o en la montaña, o en una mega ciudad es increíble. Pero seguirás teniendo que pagar facturas, destapar inodoros y recuperarte de desagradables resfriados.
Que vivas en otro país –que puede o no parecerse al paraíso– no significa que desaparezcan tus problemas y que todo vaya a ser un camino de rosas. La fase de luna de miel se acabará y dará igual dónde estés.
Aunque tus amigos te tengan envidia por vivir en el extranjero, puede que no se den cuenta de que las cosas no son mejores en el otro lado.
La culpabilidad te seguirá acompañando
Muchas veces no podrás volver para las fiestas, o para algún cumpleaños importante, o para un encuentro del grupo de amigos al que todos viajan. Habrá reproches, deberás fortalecerte y tendrás que centrarte en la calidad en vez de la cantidad.
El show debe seguir... Y seguirá
Pasarán cosas emocionantes sin que estés presente, se casarán amigos, nacerán niños y se harán fiestas. Seguramente te pierdas mucho de eso y solo disfrutarás determinados momentos en las redes sociales. Es difícil de aceptar, pero habrá que adaptarse también a eso y disfrutar de las cosas nuevas.
Tu mirada sobre tu ciudad de origen será subjetiva
Es posible que te hayas trasladado al extranjero por culpa del clima, o por las calles abarrotadas, o porque te parecía un lugar aburrido, o en la búsqueda de mejores horizontes. Sin embargo, al explicarle a la gente de otro país dónde vivías, por lo general se sentirán interesados o fascinados por tus fotos o descripciones.
Esta percepción de los demás, hará que tengas más aprecio a esas calles y a ese mal tiempo del que normalmente te quejas. La ausencia aviva el cariño y puede que el patriotismo, especialmente cuando estás animando a tu país, aunque ni siquiera te guste el fútbol o el tenis, si fuiste a ver a alguien competir.
Viví como los locales
Poco a poco te convertirás en un local. Se empieza aprendiendo el idioma local, pero consiste en mucho más que entender conversaciones. Al final, sabrás cuándo ir al mercado para conseguir las mejores ofertas, encontrarás una cafetería en la que sabrán lo que tomás antes de que lo pidas, y tendrás discusiones apasionadas en el autobús sobre las elecciones locales.
A pesar de que es posible que nunca llegues a ser tan de allí como alguien que haya crecido en ese lugar, te integrarás y te darás cuenta de que "hacer lo que hacen los locales" y formar parte de una cultura diferente es algo fantástico.
¿Cuál será tu hogar?
Resulta difícil responder a la pregunta de dónde está tu hogar. A veces, está de verdad dónde está el corazón, o esa persona querida que dejaste. A veces, está en el lugar en el que pasaste tu niñez o donde vivías cuando sucedió en tu vida un acontecimiento importante. para las nuevas generaciones, parecería ser que el hogar es el lugar en el que está la PC y en el que el wifi se conecta de forma automática.
Fuente: EF