El buceo es una experiencia única que recomendamos probar al menos una vez en la vida. Muchos dicen que la primera vez que se respira abajo del agua es una sensación que no se olvida nunca más: es sencillo y distinto a lo que estamos acostumbrados. No es para nada difícil y no tiene riesgos, ¡a perder el miedo que es muy divertido!
Si sos un experto en el tema, o al menos ya buceaste de la manera convencional y creíste haber visto todo lo que agua puede ofrecer, es el momento de probar el Buceo Nocturno Fluorescente. Vas a ver las cosas bajo una luz completamente diferente.
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Es un tipo de buceo que se practica con luz azul (no es UV), que está diseñado y probado para generar la máxima cantidad de bio-fluorescencia específica. Técnicamente lo que ocurre es que los especímenes marinos absorben parte de la luz azul y emite una luz de color diferente a cambio: este efecto se llama fluorescencia. Lo increíble es que muchas de las especies que se pueden ver de esta manera, a simple vista son invisibles.
La bio-fluorescencia es un concepto todavía relativamente nuevo. Por lo que sabemos, la capacidad de los organismos marinos que presentan fluorescencia fue descubierto por primera vez en 1927 en Torbay, Inglaterra, cuando el Sr. Charles Phillips se interesó por el color verde brillante de las anémonas en una piscina de marea. Los examinó con la ayuda de una fuente de luz y un filtro llamado "cristal de Wood", que absorbe la luz visible y sólo permite que la luz UV pase a través.
Imagínate flotando en un reino con letreros de neón, con corales y criaturas que brillan en la oscuridad.
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En el Buceo Nocturno UV se experimentan este tipo de escenas. Durante una inmersión nocturna UV, también llamado buceo Fluo Noche, el descenso se realiza con luces especializadas Ultra Violeta que combinadas con una visera especial te permite ver la fluorescencia marina. ¡Tenés que vivirlo!
Lo que no se sabe muy bien es por qué algunos corales y otras criaturas marinas han evolucionado para fluorescer, pero lo que sí se sabe es que algunos organismos marinos, incluidos corales, esponjas, anémonas, aguas vivas, almejas, camarones, cangrejos, gusanos y peces, producen una proteína llamada GFP y mutaciones de ella que reaccionan cuando se los ilumina con una luz azul.
La gran variedad de especies que muestran este efecto da a pensar que la fluorescencia no es una simple consecuencia de alguna otra función evolutiva, sino que probablemente tenga algún propósito que aún es desconocido.
También existen muchas teorías acerca de el motivo de que estas especies han evolucionado de esta manera. Una de las ideas que se tiene es que la fluorescencia constituye una forma de bloqueador solar que puede proteger a los corales y a otras especies de la energía UV en aguas poco profundas. Otra de las teorías sostienen la fluorescencia como un medio de comunicación entre especies.
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