Antártida es el continente más frío, seco y ventoso del planeta. 14 millones de kilómetros cuadrados permanecen bajo el hielo durante todo el año, cubriendo la masa continental y el mar circundante. Sólo algunas zonas costeras sin hielo, apenas el 2% de la superficie total, interrumpen la uniformidad del paisaje.
Sin embargo, osados y atrevidos viajeros se animan a las inclemencias y los peligros del último lugar del mundo y salen en busca de la tierra que está más allá de lo imaginado. El turismo en la Antártida depara más emociones que riesgos.
La temporada turística antártica comienza a fines de Octubre y culmina en Marzo. Es durante éste periodo, que distintas embarcaciones (principalmente cruceros y en menor proporción veleros) ofrecen a los amantes de la aventura y la naturaleza la posibilidad de viajar hacia el Continente Blanco.
Además de ser un continente extenso, Antártida es el más alto de todos, con una altura media aproximada de 2.050 metros sobre el nivel del mar, contra un promedio mundial de 600 metros.
La Antártida es una región con zonas vírgenes y un ecosistema sensible a la llegada del hombre. Por tal motivo, existen limitaciones en cuanto a la cantidad de turistas que pueden llegar por temporada.
Cómo es el viaje
Apenas comienza el viaje, todo parece sorprender. En el transcurso de la navegación por el Pasaje Drake se organizan conferencias y charlas a cargo de naturalistas y científicos sobre temas ambientales y característicos del destino a visitar para entender y valorar el confín antártico.
Una vez en la región y de acuerdo a las condiciones climáticas, se realizan desembarcos, en general en botes de goma y con un tiempo de permanencia en tierra de algunas horas. Algunos cruceros ofrecen actividades no convencionales como kayak, buceo, campamento, y trekking.
Los pasajeros se alojan y comen siempre a bordo mientras el buque se traslada diariamente a nuevos sitios, permitiendo así recorrer y conocer una gran cantidad y variedad de lugares de particular belleza panorámica.
Lugares para conocer
En este viaje, los principales sitios que se podrán visitar en la Península Antártica, se pueden organizar en 3 regiones:
1) Isla Elefante e Islas Shetland del Sur: este archipiélago se ubica al noroeste de la Península Antártica, separado de la misma por el Mar de la Flota. Es la zona más cálida, húmeda y colorida del continente. La Isla 25 de Mayo es la más grande del archipiélago de las Shetland del Sur y concentra la mayor cantidad de bases científicas de diversas naciones reguladas bajo el sistema del Tratado Antártico.
2) Noreste de la Península Antártica: en esta zona se encuentran los hielos más espectaculares, que rompen en forma tabular las barreras de Larsen, Ronne y Filchner y se desplazan errantes. En este sector se puede observar gran población de pingüinos de adelia y es territorio de anidación durante la primavera para las diferentes especies de petreles.
3) Costa oeste de la península antártica: región de extensos estrechos, islas montañosas, bahías protegidas y angostos canales. Los visitantes se adaptan rápidamente a los aspectos físicos dominantes de este sector: altas cumbres nunca escaladas por el hombre, vastos glaciares que se deslizan inexorablemente hacia el mar, el sol resplandeciente sobre extensos panoramas de elevados terrenos, hielo y mar. Bahía Paraíso, como lo indica su nombre, es famosa por la belleza de su paisaje y la pureza de sus aguas, donde numerosas ballenas son atraídas por la abundancia de alimento.
Recomendaciones
Quienes quieran realizar esta aventura extrema, en el sitio TierradelFuego.org podrán encontrar una serie de indicaciones.
Allí recomiendan que “Para las excursiones en tierra, sugerimos utilizar el ‘Principio de capas’, ya que es más práctico y efectivo usar varias prendas livianas antes que vestir uno o dos abrigos pesados. Constituye además un buen aislante térmico y permite sacarse o ponerse ropa según los cambios de temperatura”.
También para los descensos recomiendan usar: guantes (impermeables y de lana), medias (de lana ó polipropileno), camperas de abrigo, pantalones y mochilas impermeables, buzos de polar o poliéster, bufanda, gorro, protector solar factor muy alto (50 o más), lentes de sol con protección UV; y llevar sólo lo necesario para los sitios de visita regresando con todos los elementos y desechos.
Las particulares características atmosféricas de la Antártida favorecen la aparición de fenómenos ópticos. El espectáculo más extraordinario que se puede observar es la aurora austral, un fenómeno que ocurre en la alta atmósfera, debido a la intensa actividad electromagnética en las cercanías del polo combinada con la elevada ionización de los gases en las capas superiores.
Todo puede pasar, la Antártida te espera.