El municipio italiano de Bormida, situado a 420 metros del nivel del mar, en el noreste de la región de Liguria, a solo 14 kilómetros del mar de Liguria y a 60 de San Remo, ve cómo su población se reduce cada año.
Ahora, allí sólo viven 394 personas, una cifra que preocupa mucho a la alcaldía. Por ello, el equipo de gobierno ha decidido llevar a cabo una estrategia de comunicación y marketing cuya única finalidad busca evitar que Bormida se convierta en un pueblo fantasma.
Se trata de la última esperanza que le queda a un pueblo fantasma al borde de la extinción. Esta estrategia, en concreto, consiste en ofrecer 2.000 euros a cualquier persona que se mude al lugar.
La iniciativa seductora es la forma en que el alcalde Daniele Galliano busca mantener con vida a este pequeño pueblo cuya población ha disminuido en las últimas décadas a causa de que los jóvenes salen a buscar trabajo en la cercana ciudad de Savona o inclusive en algunas que están un poco más allá.
Los detalles más finos de la oferta en efectivo aún necesitan ser aprobados por el consejo local, escribió Galliano en su página de Facebook. Pero si esto se resuelve, desde el próximo año cualquiera que transfiera su residencia a Bormida y alquila o compre una propiedad allí será dotado de 2.000 €.
Y bajo el esquema de alquileres accesibles, que debe estar estipulado dentro de los próximos dos meses, una pequeña propiedad costará sólo 50 € al mes, mientras que una más grande no costará más de € 120.
"Todavía estamos trabajando en el plan, pero cualquiera es bienvenido a venir a vivir aquí", dijo un concejal local, quien pidió no ser nombrado. "Somos una comunidad pequeña pero muy acogedora. Estamos en lo alto de una zona de montaña, pero no muy lejos del mar, es un estilo de vida saludable, el aire es muy limpio".
El mensaje de Galliano en Facebook fue recibido con una avalancha de respuestas de potenciales nuevos habitantes, con algunos diciendo que renunciarían al regalo en efectivo a cambio de un trabajo en la ciudad.
"Señor Alcalde, estoy disponible para moverme y dejar los 2.000 €, pero no puedo vivir del aire. Tengo una familia con dos niños pequeños, si se puede garantizar un trabajo, incluso el más humilde, no sería un problema ", escribió Amedeo Alloca.
Pero, ¿cómo es la vida en Bormida? El gerente de Oddone Giuseppe, uno de los cuatro restaurantes de la ciudad, dijo: "No hay mucho que hacer aquí. Pero la vida es tan simple y natural, tenemos bosques, cabras, la iglesia y mucha comida buena. La vida definitivamente estaría libre de estrés".
Un informe realizado el año pasado por Legambiente, una asociación ambiental italiana, encontró que 2.500 aldeas de todo el país corren el riesgo de ser abandonadas debido a la despoblación.
