Proporcionando un refugio único para los visitantes, que les permita detenerse el tiempo necesario para admirar y permanecer dentro del delta del río Okavango en Botswana, un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO, el Complejo Sandibe Okavango Safari Lodge se encuentra ubicado dentro del ecosistema africano no contaminado pero sumamente frágil y amenazado de cerca por la contaminación. La forma orgánica del edificio está basada en la de los propios animales cuya caparazón es tanto esqueleto como habitación, como específicamente en este caso, el pangolín escurridizo, una especie de armadillo africano en peligro de extinción.
Diseñado por los estudios de los arquitectos Nick Plewman y Michaelis Boyd y asociados(este último con sede en la ciudad de Londres), el refugio se encuentra levantado sobre pilotes, con una terraza de madera que se abre paso a través de los árboles y la tierra de los pantanos, el alojamiento ambientalmente sensible utiliza refinado, materiales de origen local biodegradables. Vigas de pino laminado dan forma curvilínea al edificio, mientras que como revestimiento se utilizan unas tejas de cedro que dan como resultado una distintiva y particular condición en la textura de la materialización de la obra. La estructura arqueada, curvada de la cubierta se traduce en el techo interno de la espacios, como si se tratara de una caja torácica construida de madera. El edificio se abre de cada lado para permitir el flujo de aire de ventilación, circulación y originar atisbos de la vida silvestre en su hábitat natural.
Ubicado en un pabellón de bosque fresco de palmeras salvajes e higueras retorcidas, este proyecto combina a la perfección con uno de los paisajes más impresionantes de África. Detrás de la casa de campo, las llanuras aluviales de habitadas por una asombrosa variedad de vida silvestre se alargan en la distancia, enmarcadas por las islas de palmeras exuberantes y las agujas de termiteros gigantes. Un canal de aguas claras y frescas se ejecuta directamente en frente de las suites elevadas de los invitados, que ofrecen una amplia vista panorámica de la belleza resplandeciente del Delta.
