La economía colaborativa llegó para quedarse. La ecuación es simple: tenés un bien que te genera gastos que sí o sí tenés que cubrir. ¿Por qué no obtener algún beneficio extra con él? Es la propuesta de Airbnb, que abre su plataforma para aquellos que quieran alquilar parte o la totalidad de sus casas para que turistas u hombres y mujeres de negocios se hospeden allí mientras visitan el país. En Buenos Aires la tendencia crece y, según datos de la compañía, el promedio que puede ganar un porteño por rentar su propiedad ronda los 40 mil pesos por año.
Al publicar tu vivienda en Hogares de Airbnb, como anfitrión te quedás con el 97 por ciento del precio. La empresa se queda con el 3%
“Durante 2016, los usuarios de Airbnb en Buenos Aires ganaron alrededor de $ 39.104 al año, por ofrecer sus viviendas 59 noches”, precisó Christopher Lehane, líder en el área de Global Policy & Public Affairs, en un evento realizado en la ciudad para presentar Trips, un nuevo servicio que permite ofrecer y reservar experiencias inmersivas y participativas en el destino organizadas por personas que vivan en los distintos destinos y tengan una relación muy estrecha, de conocimiento o pasión, con esa actividad.
La cantidad de anfitriones argentinos no para decrecer. Según datos de Airbnb, el número de alojamientos ofertados en el país pasó de 12.776 en 2015 a 21.076 en 2016. Esto habla de un crecimiento del 67 por ciento en un año. Los datos son contundentes: 156 mil personas se hospedaron en un alojamiento publicado en Airbnb en 2016, y fueron 7.400 los vecinos que oficiaron de anfitriones.
"Vivimos cada vez más en una sociedad codependiente. Compartir nos ayuda a ser más sustentable", agregó Lehane.
En su visita al país, Lehane insistió en el valor del turismo como motor de la economía. "Casi el 10% de la economía global está relacionada con los viajes y turismo. Y en Argentina representa casi el 11% del PBI. Es más: nosotros, desde Airbnb, creemos que tiene aún más para crecer. Argentina es un gran destino", enfatizó.
En un mundo donde, cada vez más, se habla de barreras y obstáculos, el auge de la economía colaborativa, del compartir, del encuentro con otros y del valor de la diferencia y la diversidad como experiencia rica y nutritiva, es algo que sin duda todos debemos celebrar.
