Hablar de San Rafael implica hablar del deslumbrante cañón que forma el río Atuel en su paso. Este atractivo lugar en el que se practican muchos deportes de aventura, como rafting, trekking y mountain bike, se encuentra a pasos de la ciudad y puede ser descubierto por cualquier turista que visite la región.
Al salir de San Rafael se deja atrás el parque Mariano Moreno y tomar la ruta provincial 143, por el distrito de Cuadro Venegas. verás miles de hectáreas colmadas de árboles frutales, entre los que se destacan los durazneros, ciruelos, vides, olivos y nogales.
El corazón de la montaña
El espejo del Nihuil
Luego de transitar unos kilómetros, la vegetación cambia haciéndose más desértica y esteparia. Subiendo hasta los 1.100 m.s.n.m. encontrarás el mirador de San Francisco de Asís para apreciar la interminable vista panorámica que forma la depresión de los Huarpes.
Continuando por la gran depresión, tras recorrer unos kilómetros, llegarás al lago Nihuil. Este espejo de agua se encuentra a 30 kilómetros de la naciente del río Atuel, tiene una superficie de 9.600 hectáreas y una profundidad aproximada de 20 metros. Nihuil-co tiene dos acepciones en el idioma mapuche: puede significar donde se posaban los zorzales, o el rugir de los tigres.
Cerca de la costa hay un pequeño poblado de nombre igual al del embalse que consta de unos 800 habitantes permanentes.
Además, sobre la costa del lago, se aprecian muy bellas construcciones de fin de semana, construidas en distintos estilos arquitectónicos.
Se deja la paz del lago para encarar al cañón del Atuel. Pasarás frente a unas formaciones pétreas llamadas Garganta del Diablo y Mirador del Cacique. Se abandona la ruta pavimentada y se entra a otra más sinuosa y de ripio.
Las grandes paredes del cañón comienzan a adquirir mayor relevancia a medida que se avanza. La zona es conocida también como “sierra pintada”, de unos 500 millones de años.
Maravilloso paseo.
Fuente: welcomeargentina