Venecia es una de las ciudades italianas con más encanto para recorrer. Sus canales, sus plazas, sus edificios y el romanticismo de sus rincones la hacen mágica. Y hay algo más que hay que visitar cuando se visita Venecia, y son sus famosos cafés y especialmente los emblemáticos cafés de Plaza San Marcos.
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Cafés emblemáticos de Venecia
Cuando se habla de cafés históricos italianos, debemos recordar que es en la ciudad de los canales, donde gracias a su posición y a sus relaciones comerciales con el mundo árabe, nació la tradición de los cafés difundida por todo el resto de Italia.
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Dos de los cafés más emblemáticos de Venecia son el Gran Caffé Quadri y el Florian, ambos ofrecen un ambiente único, entre histórico y bohemio.
Caffé Florian
El Caffé Florian fue fundado en 1720 e inaugurado con el nombre de “Alla Venezia Trionfante”.
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Este elegante edificio se distinguió por sus productos exclusivos y por sus clientes: aquí se reunían nobles, políticos, intelectuales y don juanes, protagonistas de su tiempo, como Carlo Goldoni, Giacomo Casanova o, más recientemente, Gabriele d’Annunzio.
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Hoy, el Caffé Florian conserva el encanto de los tiempos vividos.
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Con sus arquitectura, fruto de restauraciones y modificaciones, las salas decoradas en distintos estilos (las más famosas son la Sala del Senado, la Sala China, la Sala Oriental y la Sala de los Hombre ilustres) y sus interior del siglo XIX, el local es un importante centro cultural donde se organizan exposiciones y encuentros, instalaciones.
A finales del siglo XIX, se optó por crear lo que se convertiría después en la Bienale de Venecia en este lugar.
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Sigue siendo un lugar ideal para los turistas que quieren simplemente saborear un café expresso sentados en la plaza: en el corazón del Venecia, a dos pasos del Canal Grande.
El Gran Caffé Quadri
El Gran Caffé Quadri se ubica justo al lado de la conocida plaza San Marcos -su terraza se encuentra en ella-, con la basílica de igual nombre, el Palacio Ducal y la Torre Reloj entre otros atractivos a sólo metros.
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Su origen se remonta al 1775, cuando abrió sus puertas por iniciativa de Giorgio Quadri, un veneciano emprendedor que inauguró el café bajo los arcos de la piazza.
Si bien en 1830 fue sometido a una restauración y ampliación -se abrió el restaurante en la planta superior- este café mantiene bastante bien su aspecto inaugural.
Guarda secretos de los personajes que se sentaron en sus salas. Después de Lord Byron, Alejandro Dumas, Wagner o Marcel Proust, hoy el Gran Caffé Quadri es la meta preferida de actores y directores que frecuentan el festival de Cine de Venecia, como por ejemplo Woody Allen o Brad Pitt.
Lo cierto es que ambos cafés se encuentran en buen estado de conservación, suelen armonizar con espectáculos de música clásica en vivo, son agradables para estar y casi una visita obligada si se está de visita en la Plaza San Marcos, ya que constituyen todo un emblema de la romántica ciudad de los canales.
Harry’s Bar
Más reciente pero igualmente llena de encanto es la historia del Harry’s Bar, nacido en 1931 y en 2001 declarado Patrimonio Nacional por el Ministerio de Bienes Culturales. Surgido en un viejo almacén cerca de Plaza San Marcos, el Harry’s Bar debe su nombre al estudiante americano Harry Pickering.
No se trata propiamente de un café histórico pero en su interior transcurrieron las tardes intelectuales, artistas y escritores como Arturo Toscanini, Guglielmo Marconi, Charlie Chaplin, Orson Welles o Peggy Guggenheim.