La Iglesia del Pilar es una de las obras mas hermosas de la arquitectura colonial de Buenos Aires. En 1740 tuvo el primer reloj de la ciudad que aún puede verse en el frente, y fue construido en Londres por el maestro relojero Thomas Windmill.
Funciona mediante un péndulo de 2 metros de largo y se contrapesa con unas pesas de 10 kilos cada una. Tiene la esfera adherida a una bola de cemento y un mecanismo de cuerda hecho con sogas comunes, que se cambian con el desgaste.
El nombre del barrio se debe al Convento de Recoletos Descalzos, orden franciscana que se estableció en la zona a comienzos del siglo XVIII.
La historia se inicia cuando Don Juan de Garay, en el reparto de tierras, otorga esta zona a don Rodrigo Ortiz de Zárate, en 1580 quién instaló una chacra llamada "De los Ombúes".
A comienzos del siglo XVIII un lote fue donado por un matrimonio a los padres franciscanos, quienes a partir de 1706 construyen el Convento y la Iglesia del Pilar, dando origen a lo que hoy conocemos como "La Recoleta".
La Iglesia se inaugura el 12 de octubre de 1732 y se elevó a Basílica en 1736, debido a su valor histórico artístico. Ser Basílica, significa que esta preparada para recibir al papa en cualquier momento. En Buenos Aires alrededor de 1740, solo vivían doce mil personas.
En 1821 el Gobernador Martín Rodríguez y su Ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia, expulsaron a los frailes de la Recolección expropiando todos sus bienes, quedando cerrada la iglesia por varios años y en la antigua huerta se creó el Cementerio de la Recoleta.
La Basílica fue declarada en el año 1942, Monumento Histórico nacional
Cuenta la leyenda que detrás de la Iglesia de la Recoleta, hacia la Av. Pueyrredón, se hallaban los corrales, mataderos y el camino de las carretas que se dirigían hacia el norte. Ello atrajo una población de orilleros, peones y matonaje que se alojaba en las pulperías.