La noticia de la detención de cuatro choferes de colectivos de larga distancia por dar positivo en un test de cocaína disparó una fuerte alarma en la ciudadanía argentina. En su defensa, los conductores dijeron haber mascado hojas de cosa, y el tema pasó a la Justicia. El punto es que un relevamiento realizado a principios de este año por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte de la Nación Argentina refleja que estos casos no son excepcionales: según el estudio, un tercio de los choferes coquean antes y durante el manejo.
El estudio ("El hábito del coqueo y la conducción profesional en el transporte de pasajeros de larga distancia") fue realizado en el verano y tuvo como finalidad identificar el consumo de hojas de coca en conductores de transporte de larga distancia de pasajeros. Para ello, se realizó una encuesta sobre “coqueo” a aquellos conductores que fueron evaluados en la Unidad de Control Psicofisico, de la Terminal de Omnibus de Retiro, donde se efectúa un control diario médico y psicológico a los conductores profesionales antes de tomar servicio hacia distintas ciudades de la Argentina y países limítrofes.
Fueron analizados 898 conductores, de los cuales 296 casos, el 33,25%, reconoció que coquea. ¿Por qué lo hacen? Por sus efectos: para estar "más tranquilo" (17,8%); porque disminuye el apetito (12%); para estar "más despierto" (10%); para estar "más activo" (5%).
El hábito de coquear se ha expandido considerablemente entre la población de conductores, y lo hacen sobre todo durante la noche
El dato, significativo, resulta aún más impactante si se tiene en cuenta que sólo el 5% de los conductores evaluados tenía como destino final la región del noroeste argentino, lo que demuestra que el hábito de mascar hojas de coca se ha expandido considerablemente entre los conductores de distintas empresas y regiones.
Otro dato preocupante del estudio tiene que ver con el momento del día en que los conductores consumen. La mayoría dijo hacerlo por las noches. "De estos datos podría deducirse que la mayoría de los conductores realizan el habito de mascar hojas de coca como un modo de mantenerse despiertos durante los viajes nocturnos", advierte el estudio.
Buena Vibra consultó a Carlos Damín, toxicólogo, doctor en Medicina, especialista en Toxicología, Jefe de Toxicología del Hospital Fernández y Director de FundarTox, sobre si el coqueo influye en la conducción: "Sí, afecta. Simplemente porque altera el sueño (para eso la consumen) y no es seguro conducir con un estado artificial de vigilia, porque el descanso es necesario. No es peligroso coquear sino hacerlo para evitar dormirse. Altera los reflejos e influye en la respuesta frente a situaciones de riesgo".
El coqueo
Se llama “coqueo” a la insalivación de las hojas de coca. El hábito de “chaccar”, “acullicar” o “coquear” se remonta 4000 años a. C., revelando una costumbre milenaria. Quienes tienen este hábito lo asocian a beneficios digestivos y estimulantes, además de servir para combatir el apunamiento o mal de las alturas.
Al respecto, es importante señalar que la literatura científica sobre el tema es contradictoria. Es decir, existen diversos estudios que revelan que el consumo prolongado de hojas de coca podría tener consecuencias dañinas para la salud. No obstante, otras voces del mundo académico y científico aseguran que el consumo de hojas de coca en sus distintas modalidades -mascar o a partir de infusiones- no sólo no produce daños significativos a la salud sino que tiene cualidades que podrían resultar beneficiosas: aporta valores nutricionales a la dieta, quita el cansancio, el hambre, la sed y el sueño, regula la glucosa y tiene propiedades digestivas.
No obstante, también se introducen en el debate científico las conocidas modificaciones fisiológicas y psicológicas -elementos de suma importancia en este estudio por su repercusión en la profesión del transporte- que pueden llegar a producirse durante el coqueo: elevación del estado de ánimo, ligera elevación de la presión arterial y de la frecuencia del pulso, aumento del metabolismo basal y la glucemia, disminución de la temperatura cutánea.
Cabe aclarar al respecto que la ley nacional 23.737 establece que la hoja destinada para el coqueo, masticación o su empleo como infusión no debe ser considerada como “tenencia o consumo de estupefacientes”, algo que la ONU pide modificar desde el 2011.
Las conclusiones del estudio arrojan que el estudio "no pudo establecer que la coca represente un perjuicio para los conductores, según las variables médicas analizadas".
Consultado por Buena Vibra, el doctor Claudio Santa María, rector de la Fundación Instituto Superior de Ciencias de la Salud, explica: "Si bien el coqueo en los conductores de larga distancia no está prohibido, y tampoco el consumo, ni la tenencia de hojas de coca, sí trae aparejado un problema. Aunque en principio no resulte perjudicial, al tapar los síntomas de cansancio, fatiga, sueño o hambre termina siendo anti fisiológico, y de esa manera se alteran los reflejos. Tapa el síntoma, pero no resuelve el cansancio o agotamiento. Lo recomendable sería descansar y hacer postas para choferes cada 8 o 12 horas y cambiar de conductores en viajes muy largos. El trabajo no debe alterar la salud, ni exponer a riesgos innecesarios. Es nuestro bien más preciado, junto a la vida de todos los que transporta o aquellos que se cruzan en su camino. Que no esté prohibido, no quiere decir que sea recomendable".