La región de Hong Kong está formada por una península y 236 islas, de las cuales la más conocida es la isla de Hong Kong propiamente dicha, que es la zona más moderna de la ciudad y concentra la mayor parte de las empresas de la región administrativa.
Es una ciudad en la que te sorprenderá el contraste entre su naturaleza y los impresionantes rascacielos diseñados por prestigiosos arquitectos.
También te impactará el contraste entre las zonas de negocios -europeas, modernas y lujosas- y los barrios llenos de callejones donde residen los chinos, que tienen un ambiente muy peculiar.
Al ser una de las urbes más densamente pobladas del planeta, con siete millones de habitantes en su poco más de 1.000 kilómetros cuadrados, a Hong Kong no le ha quedado más remedio que crecer hacia arriba.
El panorama de la isla de Hong Kong luce majestuoso al anochecer, mostrando la riqueza de uno de los principales centros financieros de la economía global.
Plagado de rascacielos y galerías comerciales de lujo comunicadas por atestados corredores de mármol o pasos elevados sobre sus colapsadas avenidas, en Hong Kong se puede andar un día entero sin pisar la calle. Tan sólo hace falta seguir a la multitud que, cargando bolsas de diseño, deambula de tienda en tienda y de cafetería en restaurante de lujo.
Hubo una época, en los 80 y 90, en que cada dos o tres días se terminaba un nuevo rascacielos en esta antigua colonia británica, devuelta en 1997 a China.