Segovia, Patrimonio de la Humanidad, cuenta con monumentos únicos que por sí solos merecen una visita. Y también ofrece mucho más que monumentos: el barrio judío, casas señoriales, panorámicas de ensueño y un cinturón verde para pasear bajo el sol disfrutando de tan maravilloso lugar. Segovia en un día es la propuesta de hoy para quienes recorren España con poco tiempo.
Segovia en un día
Podrás llegar a ella desde Madrid en autobús, tren o auto, teniendo en cuenta que con el tren, en 30 minutos estarás paseando por Segovia.
Plaza Azoguejo
Un buen momento para comenzar la visita a Segovia es a media mañana, haciendo la primer parada en la Plaza del Azoguejo, lugar en el que está el centro principal de recepción de visitantes, -donde podrás recoger toda la información que necesites- y luego ir derecho al imponente Acueducto.
Acueducto de Segovia
No dejes de observar la perfección del corte de las piedras del acueducto o de apreciar la ausencia de cualquier material que las mantenga unidas. Cada una de ellas, de hasta dos toneladas de peso, simplemente está colocada una sobre otra, demostrando la perfección del trabajo de los romanos.
Si observas con detenimiento, verás que salvo algunas de las inferiores, el resto tiene muescas en sus laterales. Son las marcas que quedaron tras su arrastre y elevación. La parte del Acueducto de esta plaza Azoguejo, es la mejor conservada. Los restos se prolongan hasta la sierra, durante unos 14 kilómetros.
Una de las mejores vistas del Acueducto la obtendrás desde lo alto de las escaleras del Postigo que hay junto al centro de información turística.
Barrio judío
Desde el Acueducto podés ir hacia el barrio judío por calle de Cervantes continuando por Juan Bravo, hasta la Puerta de la Luna que da acceso al Paseo del Salón.
Si asciendes por la Puerta del Sol, llegarás a la calle de la Judería Vieja, donde podrás visitar la Antigua Sinagoga Mayor.
Rodeando la Catedral por la calle San Geroteo llegarás a la Plaza de la Merced y habrás completado el Barrio Judío.
Catedral de Segovia
Para acceder a la Catedral, ya espectacular desde el exterior, camina por la calla del Marqués de Arco, que alcanza la Plaza Mayor.
Llegó el momento de conocer la gastronomía de la ciudad. Hay multitud de restaurantes en las calles que salen de la Plaza Mayor, en los alrededores de la Catedral y en la Plaza del Azoguejo. A la hora de pedir, hay platos imprescindibles como el cochinillo asado o el lechazo (cordero lechal asado). Para los que prefieran el pescado, la opción sería la trucha.
El Alcazar de Segovia
¿Ya descansaste? Hora de visitar el Alcazar y subir a la torre.
La vista desde la misma (152 escalones), te permitirá observar que el conjunto y el desnivel de Segovia hacen que muchos entiendan esta imagen como la de una ciudad convertida en buque, en la que el Alcázar es la proa, la Catedral el mástil central y el Acueducto el ancla echada al mar de la Sierra. Seguro que conociendo esta metáfora, tu visión desde lo alto de la torre será parecida a la de un marinero.
Si has decidido pasar una noche en Segovia, un modo inolvidable de terminar la jornada es con una agradable cena con vistas al Acueducto iluminado.
Será un momento inmejorable para tapear, probar las ricas setas o los sabrosos chorizos de Cantimpalos.
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