Un país con un alto producto bruto interno, no garantiza una alta calidad de vida para su población.
Esta es la conclusión principal del Indice de Progreso Social versión 2016, que acaba de publicar Social Progress Imperative, la prestigiosa ONG con sede en los Estados Unidos.
El informe ratifica que:
Los países con mejor calidad de vida son los que orientan su economía en beneficio del conjunto de su población y donde la desigualdad es notablemente menor
Los países escandinavos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suiza, Holanda, el Reino Unido e Irlanda son los modelos a seguir.
Por el contrario EEUU, a pesar de un elevado producto, USD 52.118 por habitante, figura en una “decepcionante” posición número 19 y clasifica como uno de los países de menor rendimiento en relación a su riqueza.
Los datos son realmente interesantes y revelan experiencias que vale la pena considerar. Por ejemplo, Costa Rica, Uruguay, Ghana y Senegal se encuentran entre los países que presentan un “desempeño sobresaliente” en progreso social este año.
El país centroamericano logra, con un PBI per cápita de apenas u$ 14.322 un nivel de progreso casi tan alto como el de países donde el mismo indicador puramente económico se duplica.
Lo sorprendente –e indignante- es que la dirigencia política de los principales países del mundo no convoque a seguir modelos que prioricen al común de la gente por encima de indicadores como el PBI y sigan recayendo en planteos como “la teoría del derrame”, afirmando que el crecimiento de la economía basta para mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad.
Esas teorías han fracasado durante décadas mientras los países realmente exitosos, aquellos donde sus habitantes simplemente viven mejor, continúan siendo los mismos.
Claro está que tras las teorías y los discursos se esconde siempre la defensa de intereses y, en nuestro mundo globalizado, los intereses del poder económico cada vez más concentrado son los que explican la total indiferencia de muchos economistas ante cifras demoledoras que indican con claridad el camino a seguir.
Por eso es tan importante que informes como el aquí comentado sean conocidos, estudiados y debatidos para que cada uno pueda elegir el modelo de país que quiere.