Varios sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco están en riesgo y el gran culpable es el hombre, generador del cambio climático.
America latina y fundamentalmente América Central y la región del Caribe, fueron identificadas como una de las partes tropicales del mundo más sensible al cambio climático. Esta zona registró un marcado aumento de los fenómenos meteorológicos extremos incluyendo sequías, tormentas e inundaciones en los últimos 30 años.
Nos referiremos a los 6 sitios que peligran en América Latina
El número se desprende del estudio global "Patrimonio Mundial y Turismo en un clima cambiante" elaborado por la Unesco, el Programa Medioambiental de Naciones Unidas, y la Unión de Científicos Preocupados.
Cartagena de Indias, Colombia
El puerto de Cartagena posee el conjunto de fortificaciones más completo de toda Sudamérica, con su catedral, palacios andaluces, antiguas residencias, etc.
En la actualidad el rápido aumento del nivel del mar e inundaciones costeras y la mayor intensidad en las tormentas ponen estos históricos lugares en situación de riesgo.
Planes de desarrollos para paliar y prevenir situaciones con el propósito de frenar el impacto del cambio climático se están llevando a cabo en los edificios históricos y monumentos.
Coro y su puerto, Venezuela
Fundada en 1577, Coro fue una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600 edificios históricos según describe la Unesco.
Coro fue puesto en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro en 2005 como resultado de los daños significativos sufridos por las inusuales lluvias y tormentas de 2004 y 2005.
Islas Galápagos, Ecuador
Son 19 islas situadas en el Pacífico, a unos 1.000 kilómetros del subcontinente sudamericano. Son de origen volcánico y su reserva marina circundante son un museo y un laboratorio vivientes de la evolución, describe la Unesco.
La riqueza que compone este conjunto de islas inspiró al naturista inglés Charles Darwin a desarrollar su teoría de la evolución por selección natural.
Las principales amenazas para la biodiversidad de las Islas Galápagos en las últimas décadas, habían sido el turismo y el crecimiento de la población, la introducción de especies exóticas e invasoras, y la pesca ilegal.
Ahora hay que agregarle el cambio climático
El aumento del nivel del mar, calentamiento de los océanos y la atmósfera, acidificación de los océanos y los cambios en las precipitaciones y eventos extremos, pueden tener negativas consecuencias para los ecosistemas de las islas.
Las conclusiones del informe ponen de relieve el acuerdo de París y dicen que
"alcanzar el objetivo de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel muy por debajo de 2 grados centígrados, es de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio mundial, para las generaciones actuales y futuras"
Parque Nacional Huascarán, Perú
El parque lleva el nombre del monte Huascarán que se encuentra en la Cordillera Blanca, la cadena montañosa tropical más alta del mundo, que se alza a 6.768 metros sobre el nivel del mar.
Las reservas de agua podrían no alcanzar para la población que habita cerca del Parque Nacional Huascarán, en Perú.
Los recientes cambios en el clima han marcado grandes impactos en la región provocando la reducción del tamaño de los glaciares, mientras que muchos han desaparecido.
Además, el derretimiento de los glaciares expone roca rica en metales pesados, como plomo, arsénico y cadmio, metales tóxicos que terminan en los ríos y que afectan a la calidad del agua y del suelo.
Reserva de Mata Atlántica del Sureste, Brasil
La mata atlántica es un conjunto de reservas situadas en los estados de Paraná y Sao Paulo, que incluyen desde montañas cubiertas por tupidos bosques, hasta pantanos e islas costeras y dunas asiladas.
La suba del nivel del mar y el clima extremo se convirtieron en una amenza para la mata atlántica.
El desarrollo urbano, la explotación de la tierra, la tala de árboles ilegal, son los principales factores que dañan ese ecosistema.
Isla de Pascua, Chile
El parque Nacional Rapa Nui (nombre indígena de la Isla de Pascua) aún conserva restos de una comunidad de origen polinesio asentada allí en año 300 d.C., con grandiosas formas arquitectónicas y esculturales como los numerosos "moai".
Los descubrimientos arqueológicos corren peligro por el cambio climático.
"Algunas estatuas de Isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera", señala Adam Markham, autor principal del informe y director adjunto del Programa de Clima y Energía de UCS.
"El cambio climático podría llegar incluso a que algunos sitios pierdan su condición del patrimonio mundial", agrega.
El informe resalta también que el turismo representa una amenaza para muchos sitios del patrimonio mundial, especialmente en lugares frágiles como las Galápagos, que cuando se añade el cambio climático a la mezcla, se convierte en un multiplicador de amenazas.