La Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo Buenos Aires funcionan en la actualidad como un templo católico. Sin embargo, al apreciar toda su estructura y detalles, nos remonta a tiempos pasados llenos de valiosa historia nacional
Convento de Santo Domingo de Buenos Aires
El Convento de Santo Domingo de Buenos Aires es un predio que fue ocupado por la orden de los dominicos desde el 1600. Sus edificios actuales fueron construidos entre los años 1751 y 1856, atravesando diversas etapas de invasiones y movilizaciones.
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En el año 1806, durante las invasiones inglesas, las tropas invasoras a cargo del general William Beresford atacaron Buenos Aires, que no estaba preparada para enfrentarlas. El 1 de julio se impidió realizar en el templo el culto al Santísimo Sacramento, y ante esta negativa el capitán Santiago de Liniers y Brémont prometieron al Fray Gregorio Torres que, de recuperar la ciudad, donaría las banderas que tomara del invasor si Nuestra Señora del Rosario lo protegía. Fue así que el 12 de agosto las tropas inglesas fueron derrotadas.
Luego, en 18070, los ingleses volvieron a atacar a la Ciudad de Buenos Aires. Por aquel entonces, el convento fue teatro de un glorioso episodio para los habitantes de la ciudad ya que los atacantes estaban atrincherado allí. Como respuesta de los ciudadanos, estos decidieron realizar impacto para ahuyentar a los invasores. Se trató de un enfrentamiento que fue recordado posteriormente como el Combate de Santo Domingo.
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Muchas de las balas de cañón disparadas hacia el convento dieron en ella, provocando gran parte de su destrucción. Durante la etapa de su nueva reconstrucción, se decidió colocar tacos de madera que simbolizan las zonas en las cuales dichas balas impactaron en la estructura. Esto sirvió para conmemorar dicho suceso histórico.
Interior del Convento
En el sector del atrio del Convento está el mausoleo del General Manuel Belgrano, quien nació a pocos metros de esta iglesia y formaba parte de la orden de los dominicos como terciario. Allí también se encuentran los restos de sus padres y los del jefe de Ejército del Norte durante la expedición al Alto Perú, Antonio González Balcarce. En el recinto de la Basílica, se hallan las urnas funerarias del general José Matías Zapiola y de Juan de Lezica y Torrezuri. Además se encuentra sepultado Hilarión de la Quintana, un militar rioplatense que participó en la Guerra de Independencia de Argentina, Chile y Uruguay.
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En el sector del basamento, abajo del todo del mausoleo, hay dos figuras alegóricas conocidas bajo los nombres de “El pensador” y “La acción”. En el nivel intermedio se encuentran dos relieves que representan el juramento a la bandera y las batallas de Belgrano en Tucumán y Salta.
Sosteniendo el sarcófago hay cuatro ángeles. Uno sostiene una espada, simbolizando la justicia y la vida militar de Belgrano; uno sostiene un engranaje, representando la industria; otro sostiene una hoja de palma apuntando hacia abajo, simbolizando la humildad en la victoria y, por último, uno sostiene una cinta con la leyenda “La Educación”, conmemorando la donación del dinero recibido por Belgrano por sus batallas para la construcción de escuelas en el norte del país y Bolivia.
La basílica posee numerosas capillas con imágenes de santos como el santo San Martín de Porres, y varias placas en recuerdo de próceres que participaron de la Defensa y Reconquista durante las Invasiones Inglesas. Por ejemplo, Fray José del Rosario de Zemborain, Alejo de Nevares Trespalacios, José Matías Zapiola, Luis María Saavedra y su esposa, entre otros.
Otra curiosidad es que la veleta de la torre derecha tiene una figura de perro ya que los dominicos llevan ese nombre por Domini canis (los perros o guardianes del señor). Mientras que la veleta izquierda es la silueta tradicional de un gallo.
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Dentro del convento también se pueden admirar dos banderas realistas que fueron donadas por el General Manuel Belgrano y otras dos banderas propias del Régimen n° 71 Highlanders, el cual logró intervenir durante la primera invasión inglesa a la ciudad.
Otro de los elementos que se puede apreciar es la imagen de la Virgen de Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, traída del Perú. Esta imagen tiene una edad mayor a la de trecientos cincuenta años.
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