Visitar Nueva Orleans es una experiencia única. Esta ciudad única, recostada sobre el delta del río Mississippi, llama a turistas de todas partes del mundo a conocer su historia, gastronomía, su arquitectura y su música. Además de toda esta oferta que NOLA propone, hay un rincón poco explorado y conocido de la ciudad: el deporte.
Un equipo de Buena Vibra tuvo el privilegio de visitar la ciudad, descubrirla y recorrerla en todas sus facetas para luego seguir camino hacia el norte por la highway 61, la famosa ruta del blues, rumbo a Clarksdale y luego a Memphis, en Tennessee. En esa travesía, descubrimos y ahora te contamos por qué la cara deportiva de Nueva Orleans es imprescindible a la hora de conocer la ciudad del Mardi Gras, Jackson Square, el Barrio Francés y muchos lugares famosos más.
Los New Orleans Saints, el ícono deprotivo de NOLA
Con más de 50 años de historia, los Saints son el orgullo de la ciudad más poblada del estado de Louisiana. En 2010 jugaron y ganaron su único Superbowl, sumandose así a la lista de 19 equipos que lograron consagrarse en la máxima conpetición de fútbol americano en el mundo. Además, cuentan con uno de los estadios más impresionantes de la NFL, el Ceasars Superdome, que albergó siete Superbowls desde su fundación en 1975 y tiene capacidad para más de 70 mil personas.
El estadio se encuentra en el centro de la ciudad, y se encuentra a fácil acceso tanto a pie como en auto o trasporte público.
En 2005, cuando el huracán Katrina azotó a la ciudad, los Saints mudaron su localía a San Antonio, Texas, en la mayoría de sus juegos locales. Los demás juegos se disputaron en la cercana ciudad de Batton Rouge, la capital de Louisiana, hasta que el Superdome reabrió sus puertas en 2006. En ese lapso, el estadio se utilizó para albergar a cientos de personas que se habían quedado sin hogar por las grandes inundaciones y sus persistentes consecuencias.
Si por algo se destaca Nueva Orlenas es por la calidez de sus habitantes, y los Saints ofrecen un gran ejemplo al respecto. Durante el viaje conocimos la historia de la familia Romig, entrelazada con la historia de los Saints hace más de 50 años. El vínculo comenzó con el padre de la familia, Jerry Romig, quien desde 1969 puso "la voz del estadio" en cada uno de los partidos de local durante más de 40 años hasta su retiro en 2013... cuando lo reemplazó su hijo Mark Romig. Actualmente, otros dos hijos de Jerry siguen trabajando en el club. Jay Romig es el director administrativo de los Saints, y su hermana Mary Beth Romig va a todos los partidos de local y, con gracias a un par de binoculares, le canta a Mark las jugadas y el nombre de los jugadores en la ofensiva.
De izquierda a derecha: Mark Romig, Mary Beth Romig, y Jay Romig. Los tres hijos de Jerry.
Los Pelicans, la representación de NOLA en la NBA
A pesar de que los origenes de la franquicia se encuentran en Carolina del Norte, los Pelicans son el equipo de basquet de la ciudad. En 2002 la NBA volvió a la ciudad luego de 17 años, bajo el nombre de New Orleans Hornets. En esa temporada clasificaron a playoffs luego de una racha increíble de 11 victorias consecutivas como local.
La camiseta titular de los Pelicans de color azul con vivos amarillos. La suplente es blanca.
Luego del huracán Katrina, al igual que los Saints, el equipo tuvo que mudar la localía a distintas ciudades. La mayoría de los partidos se jugaron en Oklahoma City, lo que dio lugar a que durante ese lapso el equipo se llamara "New Orleans/Oklahoma City Hornets". En el 2007 volvieron definitivamente a la ciudad, donde jugaron en el Smoothie King Center, su estadio hasta el día de hoy.
En 2013, la franquicia cambió de dueño, de logo y de nombre, pasandose a llamar los "New Orleans Pelicans". El máximo logro que consiguió el equipo fue el título de la división suroeste en 2008.
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