En momentos tan particulares del mundo entero, con mucha necesidad de tomar un descanso, muchos veraneantes eligen desplazarse en su propio vehículo por la seguridad que da mantener la burbuja familiar.
En los viajes más largos en los que hay que atravesar varias provincias, la pandemia y las regulaciones nacionales y territoriales exigen diferentes requisitos que hay que relevar para trasladarse, por ejemplo, de Buenos Aires a Bariloche.
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Para salir de CABA no hay que hacer nada, pero para andar por las rutas del país hay que completar diversos formularios (un poco complicados hasta que se entiende la mecánica) en la web nacional Circular Argentina: por cada provincia por la que se pase hay que cargar los datos y ser muy eficiente en esto. Cualquier error puede hacer que perdamos todo el proceso.
O sea que, para ir a Bariloche, estos deberían ser los pasos:
- Sacar la autorización para ingresar a la provincia de Río Negro, donde se piden las fechas de llegada y partida, la dirección exacta del alojamiento, la patente del auto, los datos de los viajeros y hasta el CUIT o CUIL de quien maneje.
- Completar provincia por provincia, el mismo formulario. O sea que si vamos por la RN 5, habrá que repetir el proceso para Buenos Aires, La Pampa y Neuquén, indicando bien por dónde se pasa, sin olvidarse de tildar la casilla que dice EN TRANSITO y volver a colocar las fechas correctas del viaje.
- Bajar la aplicación Cuidar, donde figurará la autorización para acceder a Bariloche (demora al menos un día y llega por mail, por lo que conviene tenerla impresa por las dudas).
- Bajar la APP de Río Negro y descargar las autorizaciones de cada territorio provincial que se gestionaron, cuyo aviso también llega por correo electrónico.
Junto con los papeles del auto es recomendable tener impresas todas estas autorizaciones. La experiencia de los viajeros de enero y febrero marcan que en los controles no piden nada, pero nunca se sabe
Tener en cuenta que La Pampa exige el ingreso por determinados accesos, no por cualquiera. Recordar explicar en los controles de la ruta que se está de paso, que no es ese el destino definitivo y tener siempre puesto el tapaboca antes de hablar con los oficiales que conducen los retenes. Todo esto servirá para pasar unos días relajados y lograr el tan ansiado descanso.