Hay algunas ciudades que destacan del resto por sus paisajes, otras por su fisonomía urbana y su arquitectura única, otras por ser conglomerados donde bulle la vida cultural y hay otras que sobresalen por algunas peculiaridades notorias que podrían definirse como “rarezas”.
Pueblos extraños del mundo
Estas son algunas de ellas:
Longyearbyen, la ciudad noruega donde está prohibido morir
Claro que la muerte es inevitable en cualquier punto del planeta, pero en esta pequeña localidad noruega llamanda Longyearbyen nadie puedo morirse, sencillamente porque está prohibido. Longyearbyen está localizado 78 grados norte en el archipiélago Svalbard, un grupo de islas entre la costa norte de Noruega y el Polo Norte.
Si alguien allí tiene la desgracia de enfermarse de gravedad, puede esperar ser llevado en avión o barco a otra parte de Noruega para que sea allí donde pase sus últimos días. El gobierno noruego implementó esta medida en 1950.
La ley que obliga a emigrar para no morir allí, ya dejó de ser una anécdota y los habitantes del lugar lo toman con naturalidad. Y aunque suene ilógica tiene un costado realista.
Las temperaturas en Longyearbyen son tan bajas que impiden que los cadáveres se descompongan. Y si alguien muere por una enfermedad contagiosa, el virus puede expandirse. Los cadáveres, preservados por permahielo (“permafrost”, capa subterránea de hielo), se han convertido desde entonces en objetos de una morbosa curiosidad.
La ciudad de Alemania que queda dentro de Suiza
Büsingen es un pueblo alemán de 1.500 habitantes totalmente rodeado por territorio suizo. A menos de tres kilómetros de la frontera con el resto del país, este exclave alemán económicamente es parte de Suiza pero administrativamente es parte de Alemania. De hecho, se caracteriza por ser la única ciudad alemana con el franco suizo como moneda principal.
Tiene dos códigos postales: uno suizo y uno alemán. La mayor parte de los servicios públicos están compartidos entre Alemania y Suiza. Se puede llamar a cualquier teléfono del pueblo tanto con el prefijo internacional suizo como con el alemán. Y el FC Büsingen es el único equipo alemán que juega en el campeonato suizo.
El pueblo que es un edificio
La exclusiva particularidad de Whittier en Alaska es que casi toda su población vive en Begich Towers Condominium, un edificio de 14 pisos que alguna vez formó parte de las instalaciones militares en el área. Comno un sueño de un urbanista de la modernidad, este edificio-pueblo también alberga todas las tiendas, una estación de policía, un hospital y una iglesia.
Si bien la población de la ciudad es de solo 220 personas, y la extensión de una ciudad no ocuparía mucha superficie ni implicaría recorrer grandes distancias, el objetivo principal de esta edificación es el de economizar en calefacción ya que el clima aquí es frío y ventoso casi todo el año. El edificio fue proyectado en 1953 por Anton Anderson para ser la sede céntrica del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
La ciudad extraterrestre
Roswell es una ciudad ubicada en el condado de Chaves en el estado estadounidense de Nuevo México. En el censo de 2010 tenía una población de 48.366 habitantes. Pero su historia de rarezas se remonta a muchos años atrás. En 1947, cerca de allí se estrelló un ovni y Roswell se convirtió en un lugar de peregrinación de numerosos curiosos, lo que le dio fama universal como la Ciudad Alien.
En realidad, el incidente tuvo lugar más cerca del pueblo de Corona, al norte de Roswell, pero las unidades del ejército enviadas a investigar eran de la base aérea de Roswell. El acontecimiento ganó fama a partir de la década de los ochenta con la publicación de varios libros. Desde entonces en Roswell se han desarrollado cada año festivales de temática alienígena, e incluso el McDonald’s local está decorado con imágenes de humanoides.
Chaouen, el pueblo azul
Con su laberinto de casas a cuadrícula encaladas en todos los tonos del azul, desde el índigo al cobalto, pasando por el añil, este pueblo de Marruecos se destaca por su incomparable belleza.
Formado por un único entramado de casas que se encajan unas con otras, resbalándose por las laderas la ciudad rebosa de vida cotidiana. Con sus tienditas-telar de mantas rifeñas, su mercado campesino de los jueves, el vocerío de los niños a la carrera por las esquinas y sus mujeres en bata de paseo al atardecer, regala fotos de postal allá donde se oriente el objetivo.
Una teoría dice que fueron pintados por judíos que solían vivir aquí, quienes eligieron este color ya que el azul es un color sagrado para ellos. Aunque ya se han ido, la tradición permanece, atrayendo los ojos y las cámaras de miles de turistas al año.
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