¿Es mayor la posibilidad de contagiarse COVID-19 en un avión, partiendo de la base de que se estará compartiendo el espacio durante varias horas con, posiblemente, pasajeros contaminados? No sabemos si tenemos la respuesta exacta, pero si tenemos los resultados del estudio de un vuelo en el que, al tocar tierra, había 16 pasajeros positivos.
Vuelo con 16 pasajeros infectados
El vuelo objeto de estudio es un 787 de Singapore Airlines, que volaba de Singapur a Hangzhou, en China, el 24 de enero de 2020. Llevaba a bordo 335 pasajeros junto con 11 tripulantes. Cuando al tocar tierra se hicieron los controles había 16 positivos, lo cual indujo a pensar que el avión pudo haber sido una fuente de contagios.
Después de los controles, se analizó a cada viajero, se ubicó dónde se sentaba, se hicieron entrevistas y se avanzó en la determinación de las posibilidades de contagio, para poder averiguar si hubo contagios durante el viaje
El punto clave es la cercanía de los contagiados en la cabina. Es cierto que no sólo se puede haber producido el contagio mientras están sentados, pero la cercanía es un factor importante. En cada uno de estos casos de sospecha de propagación durante el vuelo, lo que debe buscar es si es probable que las personas en el vuelo hayan sido infectadas en otro lugar.
A la mañana siguiente del vuelo, 16 pasajeros dieron positivo, de los que 6 eran asintomáticos. Los dos últimos casos se identificaron 9 días después del vuelo
La investigación reveló que el avión transportaba 100 pasajeros que habían llegado a Singapur cinco días antes, provenientes de Wuhan. Siguiendo la pista individualmente, se comprobó que 15 de los 16 infectados provenían de Wuhan, de ese grupo que había compartido hoteles, restaurantes y otras actividades en los días pasados.
10 de los 16 contagiados estaban relacionados con alguien que dio positivo (se ve en el plano del avión los pasajeros en círculos rojo).
Sólo hay un caso de una persona de 44 años (con una estrella roja) que se sienta junto a dos contagiados y con el pasillo de por medio, cerca de otros dos, que es el único caso de posible contagio a bordo.
La conclusión del estudio es que el sistema de filtración de aire Hepa reduce de forma significativa la posibilidad de contagio que, con mascarillas y otras medidas higiénicas, puede aún verse más reducida.
Lo más llamativo es que sólo hay un contagio cuando, probablemente, los otros 15, al menos 14 de ellos seguro, ya estaban contagiados.
IATA: es bajo el riesgo de contagio de coronavirus en un vuelo
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) existen varias razones por las que la trasmisión de Coronavirus es más bajo en un vuelo que en otros medios de transporte colectivos:
- Los pasajeros miran hacia adelante durante casi todo el rato, con interacciones limitadas cara a cara.
- Los asientos son una barrera para la transmisión frontal del virus.
- El flujo de aire, proveniente del techo, reduce aún más el potencial de transmisión hacia adelante o hacia atrás en la cabina. Además, los constantes flujos de aire son potentes como para no conducir a la propagación de gotas de la misma manera que en otros ambientes interiores.
- Los filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) de los actuales aviones limpian el aire de la cabina igual que en un quirófano. A ello hay que añadir la constante renovación del aire.
Arnold Barnett, profesor de Estadística del Instituto de Tecnología de Massachusetts, trató de cuantificar las probabilidades de infectarse con el virus mientras estaba a bordo de un vuelo corto, en un estudio reciente que analizó los beneficios de la política del asiento intermedio vacío.
Si bien Barnett consideró que los riesgos son bajos cumpliendo con todos los protocolos, enfatizó que será necesario el desarrollo de una vacuna o un cambio en la atención disponible para los pacientes de covid-19, para que los viajeros de riesgo se sientan cómodos volando nuevamente, independientemente de cuántas medidas de seguridad se implementen.
Él mismo elige no volar en este momento debido a varios factores de riesgo: a los 72 años, Barnett tiene un mayor riesgo de contraer el virus y admite: "Lo extraño bastante, creo que volar es hermoso y, en circunstancias normales, excesivamente seguro. Pero estas no son circunstancias normales".