“La vuelta al mundo en Torino”: salió desde la Patagonia y llegó a Alaska

Héctor Argiró, un tucumano que compró un Torino modelo 1969, lo restauró y viajó por toda América hasta Alaska. Ahora quiere recorrer los otros 4 continentes.

Actualizado: 21 de abril de 2020

“Soy un cartógrafo cumpliendo su sueño más grande, dar la vuelta al mundo en un Torino”, dice Hector Argiró, un hombre que salió con 3 mil dólares de su casa en Los Polvorinos en 2016 y ya no tiene ahorros, pero se las arregla vendiendo merchandising de su auto para seguir avanzando con su auto modelo 1969.

Héctor Argiró

Héctor es cartógrafo, nacido en Tucumán y por los avatares de la vida vivió desde pequeño en Buenos Aires, lugar al que se mudó con su familia. Siempre tuvo su idea de viajar por todo el mundo arriba del Torino que compró porque cuando era pequeño se enamoró del mismo modelo que supo tener su abuelo.

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“Luego de empezar, cambiar y abandonar estudios universitarios, tener varios trabajos, algunas veces más de uno a la vez, a los 25 años decidí estudiar una de mis pasiones, cartografía”, cuenta el propio Argiró en su blog “El Mundo en Torino”.

Y agrega “Hoy soy Licenciado en Cartografía. Trabajé en YPF con bases de datos y ya en Navteq y TGS, como cartógrafo.  A la fecha soy cartógrafo, viajero, ¿fotógrafo, escritor, cocinero, editor de videos? No lo sé”.

El viaje

Cuando era tan solo un niño en Tucumán, su tío aceleró un Torino para llegar a tiempo a un aeropuerto y al sentir la potencia de ese auto, Héctor se convenció de que algún día iba a manejar un auto así.

El 6 de octubre de 2006 se compró el auto con el que había soñado: un Torino 380 modelo 1969. El mismo que lo llevó a realizar este recorrido de casi 80 mil kilómetros por 20 países. Primero fueron varios años de restauración y puesta a punto del vehículo, luego el viaje y encontrar en cada lugar a personas que lo apoyaron para seguir adelante.

“Se lo compré a un chico de Villa Tesei. Lo tuve que hacer a nuevo. Lo restauré completo, mecánica y estética: motor, carrocería, pintura, interior, electricidad, suspensión, tren delantero”, enumera.

El auto quedó estacionado por años. “No me animaba a dar el salto. Lo postergaba, pensaba que no era un buen momento para dejar el trabajo o mi familia, excusas que uno pone para no hacer lo quiere”.

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Hasta que un día el deseo le ganó a cualquier argumento. “Después de trabajar durante seis años en un transportadora de gas, renuncié. Nada me aferraba a Buenos Aires. Con la plata que me dieron y algunos ahorros le puse fecha a la aventura: 24 de noviembre de 2016. Cargué el tanque lleno y salí”. Ya pasaron tres años y dos meses. En total: 19 países visitados.

Héctor no puede dejar de lado la emoción por ese auto fabricado en la Argentina y que le despierta múltiples recuerdos. El Torino es su casa rodante: allí viaja, come, duerme y también transporta mercadería para vender en cada lugar que visita y así poder financiar la travesía.

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Hace casi tres años Héctor Argiró salió desde Ushuaia con el sueño de llegar hasta Alaska en su auto. Desde el sur del país recorrió todas las provincias argentinas, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Perú, Colombia (de Cartagena a Panamá cruzó el auto en barco), visitó todo Centroamérica, inclusive Belice, cruzó a México, Estados Unidos y finalmente pisó Alaska.

“Ahora quiero dar la vuelta al mundo. Bajar por la Costa Este, ir a México para cruzar a Europa. No voy a parar”, dice Hector.

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