Para el centenario de la independencia, el 9 de julio de 1916, la Confitería del Molino se iluminó a pleno, haciendo juego con la cúpula del Congreso. Unos días después se abrieron oficialmente las puertas del flamante edificio. Este sábado, todo el mundo está invitado a festejar sus 103 años con una visita a los salones de la planta baja y el primer piso que están en plena restauración.
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No sólo es una oportunidad de ver cómo uno de los espacios más bellos de Buenos Aires está renaciendo, sino que los restauradores de vitrales, metales, maderas y otros materiales estarán trabajando y podrán explicar a las visitas lo que hacen.
El centro de la visita es, por supuesto, la confitería en la esquina de Callao y Rivadavia
Después de una muy buena limpieza, el lugar ya se parece a lo que recuerdan sus parroquianos, en particular por el brillo recuperado de sus vitrales, restaurados e iluminados con excelencia. Ya se puede ver la espléndida lámpara central, que vale la pena ella sola la visita, el reloj en funcionamiento y algunos de los bronces originales en las columnas.
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El festejo incluye la muestra Dibujos del Molino y música en vivo con miembros de la Orquesta del Congreso. Y no hay que olvidarse la cámara, porque se pueden sacar fotos libremente, aunque sin usar el flash. Se creó el hashtag #LaVueltaDelMolino par que se compartan las imágenes.
La actividad, que es gratuita, arranca a las catorce horas en la entrada por Rivadavia. El acceso por discapacidad es sobre Callao.
Fuente: parabuenosaires.com