Poco más de 500 kilómetros al noreste de Río de Janeiro está Noiva de Cordeiro (Novia del Cordero), un pueblo más de los tantos que hay en Brasil. Pero este s diferente. Ubicado en “Belo Vale” (Valle Bello), justamente hace honor a esta situación. Es que allí, entre montañas, árboles de mandarina, bananos y arbustos cubiertos de flores amarillas viven 600 personas. Pero, y acá está la clave, en su mayoría son mujeres que, podríamos decir, busca hombres casi “desesperadamente”. ¿La razón? Los muchachos, además de ser pocos, trabajan lejos en la ciudad.
Ellas, solas, son las que hacen frente al día a día local. “Los únicos hombres que conocemos las solteras están casados o son parientes, casi todos primos”, admitió Nelma Fernandes, de 23 años, al Daily Telegraph. Y agregó: "No he besado a un hombre en mucho tiempo. Todas soñamos con enamorarnos y casarnos, pero nos gusta vivir aquí y no queremos dejar el pueblo para ir en busca de un marido. Nos gustaría que los hombres dejaran sus vidas para venir aquí y ser parte de las nuestras. Pero antes tienen que estar de acuerdo con hacer lo que decimos y vivir bajo nuestras reglas".
En esa misma nota, se indica que, según la sabiduría popular, las mujeres de esta zona de Brasil son las más bonitas del país. A lo que se suma la reputación de “mujeres fuertes” que tienen sus habitantes y que se debe a su fundadora, Maria Senhorinha de Lima, que se instaló allí luego de ser acusada de “adúltera” y echada por eso de su comunidad en 1891.
Con ganas de enamorarse, pero muy independientes al fin, se muestran orgullosas de lo que han logrado en estos años. "Hay muchas cosas que las mujeres hacen mejor que los hombres. Nuestro pueblo es bonito, organizado, y mucho más armonioso que si los hombres estuviesen al cargo. Cuando hay problemas o disputas resolvemos las cosas como mujeres, buscando el consenso en vez del conflicto", dijo Rosalee Fernandes, otra vecina.