Nápoles es la ciudad con más población del Sur de Italia. Allí viven más de tres millones de personas. Son muchas las cosas qué hacer en Nápoles. ¿No sabés por dónde empezar? No te preocupes. Te recomendamos lindos lugares para recorrer en esta mágica ciudad.
Si alguien tuviera que describir a Nápoles seguramente la asociaría con personas alegres, ruido, tráfico, belleza, cultura, música, y por supuesto, la pizza.
Qué hacer en Nápoles
Nápoles es un lugar con muchísima historia donde romanos, griegos, bizantinos, normandos, españoles y franceses dejaron su huella.
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Algunos dicen que si Roma es un museo a la intemperie, entonces Nápoles es un teatro en vida real. Un dicho italiano dice “ve a Nápoles y muere”. Todavía no desciframos a qué se debe. Si es porque es tan bella que no podés dejar de mirarla o porque son altas las chances de que una moto con tres pasajeros te atropelle.
Lo que sí sabemos es que son muchas las cosas que hacer y ver en la ciudad que amó Diego Maradona. Te contamos qué hacer en Nápoles para alimentar tus ganas de visitarla.
Qué ver en Nápoles
Te contamos sobre varios lugares que podés visitar en esta inquieta y apasionante ciudad mediterránea.
Galleria Umberto I
La Galleria Umberto I es una galería de comercio muy conocida en Nápoles. Fue construida entre 1887 y 1890, y es un bello edificio con una cúpula de cristal donde se unen los cuatro pasillos principales de la edificación. Vale la pena ir aunque no vayas a comprar nada.
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Está llena de negocios, cafés y restaurantes. Es un lugar ideal para almorzar o cenar y pasar un buen rato. Además, está ubicada en la zona más céntrica de Nápoles, en la Via San Carlo, una de las avenidas principales de la ciudad.
Lo que seguro podrás apreciar si vas a la Galleria Umberto I es en la belleza de su arquitectura. Bóvedas de cristal que se apoyan en estructuras de hierro, grandes columnas con estatuas que representan las estaciones del año y los continentes, exquisitos mosaicos en el suelo que sustituyeron a los que fueron destruidos en la Segunda Guerra Mundial.
Spaccanapoli
Spaccanapoli es una de las calles principales del casco histórico de Nápoles y también era una de las calles principales del antiguo urbanismo griego. Su nombre significa “parte nápoles” y, en efecto, divide la ciudad vieja en Norte y Sur desde el barrio español al barrio de Forcella.
Si querés conocer la verdadera esencia de Nápoles, éste es el lugar. Una de las cosas que más puede llamar tu atención es que esta calle va en línea recta, a diferencia de las enmarañadas calles de Nápoles.
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En Spaccanapoli no solo conocerás la arquitectura romántica (un poquito decadente) del centro de Nápoles. También podrás ir a restaurantes de comida típica, negocios con productos frescos, alguna de las mejores pizzerías de Nápoles y ver cómo es la vida en los balcones de la ciudad.
Te recomendamos que reserves una visita guiada para poder conocer a fondo los orígenes de Nápoles. Además te advertimos que tengas cuidado con las motos, ¡están por todos lados!
Piazza del Plebiscito
La Piazza del Plebiscito está enfrente del Palacio Real y al final de la Via Toledo, que es el pilar comercial de la ciudad. O sea, se ubica en el centro de la ciudad. Esta plaza es uno de los emblemas de Nápoles. Y además de ser una de las plazas con mayor tamaño de Italia, es muy elegante.
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Alrededor de su perímetro podrás observar varios de los edificios más importantes de Nápoles: el Palacio Salerno, el Palacio Real, la basílica de San Francisco de Paula, y el Palacio de la Prefectura.
La Piazza del Plebiscito es un lugar muy lindo para tomar un rico gelato y pispear la vida en las calles de Nápoles
Otra cosa que podés hacer, según la tradición napolitana, es caminar con los ojos vendados desde el Palacio Real hasta la estatua de los dos caballos. Dicen que si lo conseguís te traerá buena suerte. Ya es sabido lo supersticiosos que son los napolitanos.
Castel dell’Ovo
Traducido del italiano, Castel dell’Ovo significa “castillo del huevo”. Su nombre fue dado a partir de la leyenda napolitana que dice que el poeta Virgilio, en la Edad Media considerado mago, escondió un huevo mágico en el corazón de la edificación. Este huevo protege al castillo y a la ciudad de cualquier tipo de catástrofe.
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Sin dudas, es uno de los lugares que hay que visitar en Nápoles. Te recomendamos visitar este castillo para ver las imponentes vistas de la ciudad, el mar y el Vesubio de fondo. Hacelo al atardecer, es un momento soñado para contemplar el sol poniente en el golfo de Nápoles.
Al estar ubicado en el islote de Mengaride, se accede al castillo por un puente. En el interior del Castel dell’Ovo hay grandes salas y terrazas con increíbles vistas, galerías y la iglesia de San Salvatore.
San Gennaro: la Catedral de Nápoles
Una de las claves para realmente entender a Nápoles y su gente es comprender la mezcla de fanatismo, pasión, fe y devoción de los napolitanos por su Santo Patrón: San Gennaro. Su otro patrón (extraoficial) es Diego Armando Maradona, pero eso ya es irnos de tema…
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Para presenciar esta devoción en todo su esplendor, te recomendamos que visites la Catedral de Nápoles o de San Gennaro. Aquí se encuentran las reliquias del santo, junto a su estatua hecha en plata, y muchas obras más que tienen un valor incalculable. Como dato de color, te contamos que fue erigida en lo que era un antiguo templo al dios Apolo.
Tip viajero: acordate de que en la mayoría de las iglesias en Italia, las mujeres deben entrar más cubiertas. Es decir, no se permite entrar en pollera corta o shorts, ni en musculosa. Por eso te recomendamos que te lleves alguna chalina para cubrirte.
Cappella Sansevero
En la Cappella Sansevero se encuentra una valiosísima y exquisita obra de arte: el Cristo Velato de Sanmartino. El mito popular cuenta que el manto que cubre el Cristo fue convertido en piedra por un líquido inventado por el príncipe di San Severo, famoso alquimista.
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Además, la Cappella Sansevero tiene otras importantes e inusuales obras de arte. Es por eso que esta capilla es uno de los principales museos de la ciudad de Nápoles. Por las dudas, te anticipamos que para entrar debés pagar una entrada.
Castel Nuovo (Maschio Angioino)
El Castel Nuovo, mejor conocido como Maschio Angioino, es otro de los lugares más emblemáticos de Nápoles. Es un castillo medieval italiano.
En la actualidad, este imponente castillo de torres cilíndricas es la sede del museo cívico, lugar donde se realizan noches culturales y espectáculos.
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Igualmente, lo más impresionante del Maschio Angioino no es su interior, ni sus imponentes torres. Su gran maravilla es lo que está entre ellas: el arco triunfal de Alfonso V de Aragón. Este arco de mármol blanco se construyó en 1470, conmemorando la entrada de Alfonso V a Nápoles en 1443.
Aquí tendrás que pagar entrada si querés verlo por dentro. Puede ser una buena oportunidad para disfrutar de la cultura napolitana en todo su esplendor, y vivir la ciudad como un local. O podés simplemente contemplarlo desde afuera, apreciando su vista.
Tip viajero: el Castel Nuovo está conectado con el Castel dell’Ovo por un paseo costero muy lindo para recorrer.
Nápoles subterránea
Hacé un viaje de 2400 años recorriendo el laberinto de túneles y galerías subterráneas de la ciudad de Nápoles. Los restos de arqueología que podrás encontrar van desde los antiguos griegos hasta la contemporaneidad con los refugios hechos en la Segunda Guerra Mundial.
Te recomendamos hacer una visita guiada para no perderte de la apasionante historia y legado de la ciudad. Resumiendo un poco, estos túneles fueron creados por los griegos, quienes se dieron cuenta de la porosidad del suelo de Nápoles y aprendieron a manipularlo. Luego, fueron usados como acueductos por los romanos.
Más tarde, los primeros cristianos usaron estos túneles para cavar cuevas, rendir culto y enterrar a sus muertos. Además, los napolitanos de diferentes siglos usaron los túneles como basurales. Y, por último, fueron usados como refugios de los bombardeos constantes durante la Segunda Guerra Mundial.
Tip viajero: si sufrís de claustrofobia no te recomendamos hacer este tour. Hay que pasar por lugares muy estrechos.
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Pompeya
Ciudad de la antigua Roma, Pompeya estuvo debajo de una capa de ceniza a causa de la erupción del volcán Vesubio, durante siglos. Hoy en día es una de las ciudades antiguas mejor conservadas de lo que fue el Imperio Romano, y está a tan solo 30 minutos de Nápoles. Podés ir en auto o tomarte un tren en la Stazione Circumvesuviana.
Otra de las opciones es contratar un tour en autobús con guía en español. Tendrás la comodidad de que te busquen por tu hotel, y entender e informarte sobre el lugar a donde vás y sus curiosidades. Además, podés beneficiarte del tour y hacer la subida al monte Vesubio, donde tendrás una vista maravillosa de la bahía de Nápoles.
Comé como un buen napolitano
Si estás en Italia, tenés que probar su comida. Entonces, si estás en Nápoles, tenés que comer su pizza. Sus dos pizzas emblemáticas son la “Margherita”, que es la original napolitana, y la marinera. La primera está hecha con tomate, muzzarella, aceite y albahaca, y la segunda con ajo, tomate y orégano. Son muy ricas. Y si estás en Nápoles, tenés que pedir una.
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Aunque la pizza sea su plato más emblemático, Nápoles tiene otras opciones deliciosas y tradicionales para que degustes como todo un local. Estos son:
- pasta con frutos del mar
- pastiere
- struffoli
- mozzarella di bufala
- scialatielli
- limoncello di Sorrento (este es un postre)
Sobre Nápoles y sus alrededores
La distancia Roma-Nápoles es de alrededor de 225 kilómetros, más o menos 2 horas y media en automóvil. La otra opción es el tren Roma-Nápoles, cuyo trayecto más rápido es de una hora y siete minutos aproximadamente.
Otro destino lindo para conocer si viajás a Nápoles es Sorrento. ¿Cómo ir de Nápoles a Sorrento? La mejor opción es ir en tren, donde no tardás más de una hora en llegar.
Y el más hermoso destino es Capri y podrás ir en ferry desde Nápoles.
Clima Nápoles
En cuanto al clima, Nápoles tiene inviernos con una mínima de 8ºC y veranos que rondan una máxima de 25ºC. Los inviernos son generalmente lluviosos, y el verano tiende a ser más seco.
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