Un estudio realizado recientemente por investigadores que compilan el estudio del comportamiento de la salud de los niños en edad escolar (HBSC), que analizan la situación en 48 países, sostiene que los puntajes de felicidad en los niños holandeses subieron nuevamente.
Los valores contrastan marcadamente con los de Gran Bretaña, donde la depresión, ansiedad y tristeza va en aumento entre los niños y jóvenes. En Estados Unidos muchos adolescentes se quitan la vida y la cifra aumenta alarmantemente.
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¿Qué es lo que tiene Holanda, que los demás países no, para que los jóvenes tengan una visión tan optimista?
Simone de Roos es investigadora del Instituto Holandés para la investigación Social y le dijo al diario The Guardian que “los hallazgos iniciales de la encuesta de 90 preguntas a casi 7 mil adolescentes, sugieren que la satisfacción vital ha aumentado desde 2013”. Los resultados de la encuesta serán publicados más adelante este mismo año.
“Creo que los niños holandeses generalmente tienen interacciones positivas en todos sus entornos sociales”, dijo la doctora De Roos.
“Tienen un ambiente de apoyo en casa, con amigos y también en la escuela. Los padres holandeses dan mucho apoyo y tienen un control suave. Hay un clima igualitario, los profesores no son autoritarios, sino que aceptan los sentimientos de los alumnos y los alumnos confían en los profesores”.
El último informe realizado del comportamiento de la salud de los niños en edad escolar, comparó niños de 11, 13 y 15 años. Los resultados arrojaron una feliz juventud holandesa, ya que cuando se les preguntó dónde estarían con la peor vida posible para ellos en 0 y su mejor puntaje en 10, alrededor del 94% de los entrevistados respondieron tener seis o más. Las chicas holandesas tuvieron números ligeramente más bajos.
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El informe reveló otros datos además de su nivel de felicidad. Según la investigación, los jóvenes de Holanda se encuentran entre los cinco primeros que desayunan todos los días de la semana, ven más de dos horas de televisión y tienen compañeros amables.
Por otro lado, también estuvieron entre los cinco últimos por no tener sobrepeso, ni tener relaciones sexuales antes de los 15 y por sentir baja presión en cuanto al trabajo escolar.
Otro dato que aportó el informe es que tienen más facilidades al momento de hablar con sus padres.
Los resultados coinciden con un estudio de la Oficina Holandesa de Estadísticas de 2016 de 4 mil personas de 12 a 25 años, que calificaron su felicidad en 8.4 de un total de 10. Además, un informe de PISA en 2015 señaló que el país, junto con Suiza y Finlandia parecía “capaz de combinar buenos resultados de aprendizaje con estudiantes muy satisfechos”.
En contexto en el que transcurren estas situaciones ayuda, ya que el nivel de desempleo en Holanda es muy bajo, casi no hay desigualdad y la economía es saludable. Otro estudio realizado el año pasado demostró que la gente era más optimista en relación al año anterior.
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El director de la base de datos mundial de la felicidad, el profesor Ruut Veenhoven, también cree que los jóvenes están menos agobiados por la expectativa de “ser bueno”. Sostuvo que “si se mira a través de Europa, los holandeses y los daneses son los más indulgentes y se centran más en desarrollar la autonomía que en dar prioridad a la obediencia, y eso se ajusta a la sociedad”.
El profesor explica que “los niños son más libres de hacer lo que quieran, y al hacer lo que quieran, desarrollan una idea de lo que realmente les gusta y las habilidades sociales”.
A pesar de que el país tiene una gran reputación en fumar cannabis, el Instituto Trimbos informa que hay una tendencia a la baja del consumo de alcohol, drogas y tabaquismo en niños holandeses de entre 12 a 16 años. Los expertos de HBSC describen estas actividades como “conductas de riesgo” que afectan a la felicidad.
Según los datos del comportamiento de la salud de los niños en edad escolar, el 86% de los adolescentes holandeses dicen que sus compañeros son amables y serviciales. Por otro lado, la educación sexual comienza a los 4 años y hay carteles en todas las escuelas que animan a las personas de todas las sexualidades a “salir del clóset”. En relación a esto, la tasa de embarazos adolescentes en Holanda es la más baja de toda la Unión Europea.
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