Buenos Aires nunca palpó tan de cerca la magnífica obra de Miguel Angel. La ciudad disfrutó la semana pasada de la presentación de un espectáculo increíblemente innovador, que combina tecnología y arte para sumergir a los espectadores en la inmensidad del artista renacentista. Se llama “Giudizio Univerzale, Michelangelo and the Secrets of the Sisitine Chapel” y se convirtió en la nueva visita obligada cuando visitás Roma, para conocer los secretos de la Capilla Sixtina de una manera soñada.
La obra de Marco Balich, codirigida con Lulu Helbek, cuenta con el respaldo y la asesoría científica de los Museos Vaticanos y contó con una inversión de 9 millones de euros, logrando una verdadera obra maestra en materia de historia del arte y la humanidad.
Leé también: Tips para visitar El Vaticano
El famoso actor Pierfrancesco Favino es la voz de Michelangelo, mientras que el legendario Sting proporcionó la elegante banda sonora "Dies Irae".
Con una duración de 60 minutos, su estructura está basada en Miguel Ángel y la belleza, la revelación de la creación, secretos y ritos, espiritualidad y misericordia
El show tiene dos presentaciones diarias en el Auditorium Conciliazione de la capital Italiana, a metros de la Plaza San Pedro. Es una apuesta ambiciosa, que busca conquistar al público del mundo entero, ya que ha sido traducido a 9 idiomas. El costo promedio de la entrada es de 35 euros.
Leé también: Maravillosos lugares secretos de Roma
Argentina genera más de 200.000 viajes a Italia por año, siendo Roma, Venecia, Florencia y Milán las ciudades más visitadas. Por esta razón se estima que entre 100.000 y 150.000 argentinos acudirán a ver el “Juicio Universal”, que se suma a la cartelera permanente de eventos imperdibles en Roma.
Presentación en Buenos Aires
En el evento de presentación, realizado en el Círculo Italiano de Buenos Aires, Claudio Cuzzola, director comercial de Lloyd Transatlántico, comentó: “Es un espectáculo sin precedentes, que combina la magnificencia de Miguel Ángel y la Capilla Sixtina con la tecnología multimedia, para crear una experiencia inmersiva olfativa y sonora en el interior de una bóveda de 270°, en la que el público está literalmente dentro de la escena”.
Leé también: El Vaticano: el Estado más pequeño del Mundo
Buena Vibra hará su propia crítica sobre este espectáculo en los próximos meses, pero podemos adelantar que podría llegar a ser el próximo "Show más grande de la Tierra", ya que comprobamos con lo poco que adelantaron que el espectáculo combina como ningún otro deslumbrante tecnología con brillantez teatral.
Es como si una obra maestra del viejo mundo colisionara con la última película de Star Wars, con un final feliz para todos
El baile, los efectos visuales y la actuación hacen su aparición en el espectáculo de una hora, en el que retratos con bailarines, acróbatas, luces láser, sonido de vanguardia y elaborados efectos especiales, reviven la interpretación pintada de Miguel Ángel de escenas del Jardín del Edén hasta el Juicio Final.
Una obra apta para millennials
En esta increíble producción, Balich intenta seducir y atrapar a todas las generaciones, incorporando a todas las edades al disfrute del mejor arte. "Una hora es la capacidad de atención... Si contamos bien la historia, podemos interesarlos", comentó, y está claro que tiene altas chances de lograrlo.
Una generación que ha crecido con PlayStation, que va al cine en 3D y mira Netflix, pero que está casi distraída con respecto a este maravilloso patrimonio artístico, sin duda será atrapada por esta revolución del mundo del entretenimiento.
Leé también: Roma: la Piedad de Miguel Angel en la Basílica de San Pedro
El armado comenzó con la aprobación del Vaticano y cada paso fue monitoreado por expertos para asegurar la precisión artística, espiritual e histórica de la interpretación multimedia.
Con un equipo de diseñadores de escenarios, de estrellas de rock, coreógrafos y artistas de efectos especiales, Balich creó una representación exacta y respetuosa del trabajo de Miguel Ángel, dando vida a una experiencia inmersiva de una manera nunca antes intentada.
Leé también: Roma: la Iglesia San Pietro in Vincoli guarda el Moisés de Miguel Angel
Balich eligió el Auditorium Conciliazione, la antigua sala sinfónica de Roma, ubicada cerca del Vaticano, como el hogar de su espectáculo. El espacio está equipado con una pantalla envolvente, especialmente construida, que se alinea con las dimensiones del techo de la capilla.
Leé también: Plazas y fuentes de Roma que son pura magia
Con un equipo de escenógrafos, coreógrafos y artistas de efectos especiales, Balich realizó una búsqueda diaria para crear una representación exacta y respetuosa del trabajo de Miguel Ángel.
Se proyectan imágenes de alta resolución de los frescos proporcionadas por el Vaticano, logrando que la audiencia se sienta como si estuviera adentro los museos, sumergidos en los encantos de la Capilla Sixtina
Cómo es el show
Según adelantaron los productores en su presentación en Buenos Aires, a la cual concurrió Buena Vibra, la presentación de sesenta minutos se abre mientras la audiencia es transportada a Roma alrededor de 1508.
"Desde el aire", con una vista de pájaro de la ciudad, sitios como el Coliseo y el Vaticano se deslizan a los pies preparando el escenario para trasladarnos sin escala a esta fantástica época pasada.
Los siguientes cincuenta minutos se desarrollan para revelar las contradicciones en el camino de Miguel Ángel, desde el escultor apasionado hasta el artista que se ve forzado a pintar.
"Las imágenes apenas perceptibles a través de los ojos entrecerrados de repente tienen varios metros de alto, siendo tan grandiosas en emoción como en tamaño", adelantan los productores.
Giudizio Universale abrió sus puertas el 15 de marzo con entradas agotadas y está programado para un mínimo de un año completo. La esperanza de Balich es que el espectáculo se convierta en una función permanente en Roma.
"Busco la belleza, la belleza es todo. Es mi obsesión" (Marco Balich)
Las agencias de turismo tendrán entradas para ofrecerte para este espectáculo. No dejes de agregarlo cuando visites Roma.
