Los padres alemanes que hacen faltar a sus hijos a la escuela sin permiso y para irse de vacaciones durante tiempo de clases se están enfrentando estos días con reprimendas de la policía en los aeropuertos.
Las autoridades escolares pidieron a la policía que haga controles sistemáticos sobre los niños en edad escolar que viajan durante el período de clases y que se acerquen a sus padres para exigir una explicación
Alrededor de 20 familias fueron sorprendidas: las retiraron de las colas en los aeropuertos de Baviera la semana pasada bajo sospecha de alejar a sus hijos de la escuela para irse de vacaciones aprovechando los precios de temporada baja.
"Establecimos en varios casos que muchos niños tenían una edad en la que deberían haber estado en la escuela", dijo un vocero de la policía a la prensa alemana.
En los días previos a las vacaciones que fija el calendario escolar y en las fechas
inmediatamente antes y después de los puentes de mayo, el número de alumnos que justifican por enfermedad su falta de asistencia a las clases se duplica, según datos publicados por el periódico alemán Die Welt.
El aparente motivo es que muchos padres prolongan por su cuenta los días sin colegio para viajar con más comodidad y varios Bundesländer han comenzado a tomar cartas en el asunto con ayuda de la policía.
Las multas ascienden hasta los 5.000 euros por alumno
Desde el anonimato, una mamá explica que las aerolíneas cobran mucho más caros los billetes de avión que se ajustan a los festivos escolares, por lo que la única forma de viajar para su familia es adelantar un día o dos la ida y retrasar la vuelta.
«Mis tres hijos tienen buenas notas en el colegio, no están perdiendo ningún examen
importante y pueden recuperar fácilmente a la vuelta las clases perdidas. No hacemos mal a nadie», se justifica.
«Es absurdo. Todos sabemos que las últimas dos o tres semanas de colegio antes del verano, cuando los profesores ya han escrito o están escribiendo las notas, los chicos apenas hacen ya nada en clase. Es mucho más productivo aprovechar ese tiempo para hacer un viaje al extranjero, practicar un idioma y conocer otros lugares», defiende otro padre que vive en la capital alemana y que admite haber cometido anteriormente ese delito para que sus hijos visiten a sus abuelos en Holanda.
Pero la policía no atiende a estas consideraciones y se concentra en la caza. Solo en la
ciudad de Berlín y solo en el año 2017, 863 familias tuvieron que pagar multas de una media de 2.500 euros por las faltas escolares de sus hijos.
Dos distritos berlineses plantaron resistencia al cobro de estas sanciones y se produjo un enfrentamiento con la senadora de Educación, la socialdemócrata Sandra Scheeres.
«Es una falta de responsabilidad. Y si los padres no se ocupan debidamente de los hijos, el Estado debe ponerse del lado de los niños e intervenir», justificó Scheeres.
El debate sigue abierto
- Quienes están a favor de esta medida alegan el mal ejemplo que se da a los niños burlando las normas del colegio deliberadamente
- Quienes están a favor consideran el margen de decisión de los padres y apuntan a los 22 millones de horas extraordinarias que hace anualmente la policía alemana, recordando que hay otros peligros para la seguridad del país más acuciantes de los que ocuparse.