Quien disponga de una buena cantidad de ahorros y desee ser dueño de una isla ya puede comprarse su propia isla privada en Maine. Por supuesto, salvo algún fenómeno natural, el propietario y el pedazo de tierra serán desde ese momento parte de Pine Tree State, porque como sabemos las islas suelen ser bastante estacionarias ... a menos que se trate de una isla hecha por el hombre y que además sea móvil, como en este caso.
La empresa de submarinos Migaloo se encargó hacer esta isla privada con comodidades asombrosas. Denominada Kokomo Ailand, la isla es móvil, pero sólo alcanza una velocidad de ocho nudos (aproximadamente quince kilometros por hora).
Con sus 115 metros de largo y con un penthouse ubicado a 80 metros sobre el nivel del mar, no es de extrañar que no haga falta imprimirle más velocidad a la isla para desplazarse. La isla es muy personalizable, y las características que los propietarios decidan que tenga su isla determinará el precio, explicó Christian Gumpold, director general de Migaloo. Algunos de los complementos posibles son piscinas, solarium, spa, helipuerto, cascadas, cine al aire libre, y una estación para avistar y alimentar tiburones.
Recientemente, la compañía mostró sus planos para las islas en el Monaco Yacht Show, donde un montón de millonarios potenciales compradores mostraron interés en el servicio ofrecido. Gumpold opinó que “es probable que ya el solo hecho de ser un potencial propietario de estas islas sea visto como una "tendencias" para quienes quieren "sobresalir" de la multitud” Migaloo confía en que las personas tengan la posibilidad y decidan vivir dando la vuelta al mundo en sus propias islas. La compañía también fabrica mega-yates y por esto conoce las demandas de los millonarios para sus barcos y las incorpora en estas islas.
La gente de Migaloo confía en que “El Kokomo Ailand está destinado a ser una especie de base de operaciones, donde los entusiastas de los viajes puede salir de viaje y luego llegar a tierra en sus propios helicópteros o barcos.”