Sitges es Mediterráneo en estado puro, sus playas, su clima, sus fiestas tradicionales y otros eventos atraen a miles de turistas en determinadas épocas del año. Se caracteriza por su tolerancia y la mentalidad abierta de sus habitantes y visitantes. Es un lugar de convivencia donde la diversidad suma y enriquece.
Un lugar donde compartir y entender al otro a las orillas del Mediterráneo se convierte en el plan perfecto para ir con la pareja
Esta población, que no supera los 30.000 habitantes, parece detenida en el tiempo, con edificios coloniales del siglo XVII que contrastan con el azul del mar, logrando un efecto que suscita tranquilidad, llamando a la meditación.
Sus calles angostas, coloridas y empinadas, con balcones con rosas y un clima ideal, hacen sentir al turista que siempre es primavera
A Sitges siempre la acompaña el sol. Es un destino de playa, alejado de la multitud, en el que hay tiempo para dialogar, observar y coquetear, aún a finales de otoño o invierno. Durante esa época la única preocupación es disfrutar de unas playas vacías y contemplar las preciosas villas del siglo XX del paseo marítimo, mientras caen unos rayos de luz al atardecer.
Qué hacer en Sitges
Algunos de los planes relajados e imperdibles en esta ciudad catalana:
Iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla
Es el edificio más reconocible del skyline de la ciudad y todo un símbolo de Sitges. Es la iglesia de la postal. A su orilla, son alucinantes los colores de la puesta de sol desde la plaza del Baluard sobre el Paseo de la Ribera.
Golf en el Club Terramar
Los amantes del golf pueden disfrutar de 18 hoyos con una bonita vista al mar en el Club Terramar o simplemente tomar un aperitivo en su restaurante cafetería.
Noche en Sitges
Si lo que se busca es ruido, fiesta y conocer gente, Sitges se presta para quienes disfrutan de la noche.
El Carnaval de febrero, el Sitges Gay Pride en verano y la Fiesta Mayor en agosto, son solo algunas de las opciones que hay en un lugar que parece un pequeño reino medieval en medio de la modernidad.
Pasear por el casco antiguo de Sitges
Disfrutar de la belleza de edificios históricos como el Palau Maricel, dar una vuelta por el antiguo barrio de pescadores con las casitas encaladas y la típica franja pintada de azul a ras de suelo, tan mediterránea y marinera, visitar edificios modernistas como el antiguo mercado…
Disfrutar del paseo Marítimo de Sitges, unos 3 km de recorrido entre el mar y palmeras, desde la Fragata hasta el Cap de Grills, con la emblemática Punta de Sitges y las montañas del Garraf a tus espaldas.
Las playas de Sitges, la gran mayoría de fina arena blanca y todos los servicios. son un lugar de visita obligada en verano, por supuesto, aunque el microclima de Sitges permite disfrutar de la playa casi todo el año.
Unas vacaciones en pareja en el mar, hacen imprescindible pasar una mañana, una tarde o un día entero en una playa como la de la Fragata, o la Terramar para quienes prefieren la privacidad.
En Sitges todos son bienvenidos. Dicen, quienes lo han visitado, que no existe un destino en el mundo más diverso que este
Sitges es un lugar en el que vivir el uno al lado del otro sin que la orientación sexual sea un tema y en el que los planes son variados para mujeres, hombres, grandes y chicos, por igual.
La ciudad ofrece restaurantes, hoteles, bares, tiendas y eventos gayfriendly
Pero ser una ciudad donde la diversidad es la norma no sólo hace referencia a su gente y sus planes, también a su gastronomía. Desde comida de mar, como el arroz a la sitgetana (un plato que combina los productos del océano y los de la montaña), hasta el Xató, una ensalada con almendras, avellanas tostadas, tomates maduros, aceitunas y pan.
Una buena opción es vivir la experiencia de un día de mercado. Comprar butifarra D’ou, carnes frías, quesos, todo acompañando de un vaso de vino que libera el sentido del olfato y el gusto.
Fuente: lifestyle